A las 6,15 hs. estábamos ya poniendo indicios en los anschuss, colocando las pieles de los dos primeros rastros y ultimando detalles. A las 7,30 hs. con todos los participantes ya en la casa de la finca de la sierra de Madrid que acogió estas pruebas, disfrutábamos de un café con churros y explicábamos brevemente cómo se iba a desarrollar la prueba.
Después de la prueba de temple al tiro, que superaron sin problema todos los perros, empezamos con los primeros rastros. Hay que hacer constar que el hecho de tener miedo a los tiros descalifica al perro para la prueba de acreditación.
Uno tras otros fueron ejecutando sus rastros los 9 equipos participantes, demostrando perros y conductores un buen nivel de preparación. La finca estaba literalmente «levantada» por los jabalíes, con una gran abundancia de rastros frescos, a los que se unían también algunos de venado. Eso complicó el trabajo de los perros, algunos de ellos ya con experiencia en búsqueda real de piezas de caza heridas, lo que motivó algunos avisos de los jueces. El terreno, quebrado y con zonas de monte de jara y encina espeso, así como zonas de pastizal alto y espeso en las vegas de los arroyos, dificultaba el desarrollo del rastreo, especialmente a los perros pequeños. Se sucedían cambios de dirección, zonas sin rastro y otras dificultades. En resumen, condiciones bastante «reales» que pueden encontrarse en las búsquedas.
Lograron acreditarse finalmente ocho equipos de rastreo:
– Julián Prieto, con Laron (Laron Piotrowe Gniazdo) – Bayerische Gebirgsschweißhund o Sabueso de Baviera – Madrid
– Rubén González, con Filo (Filomena de los Madroños) – Teckel – Toledo
– Ramón Sáez-Royuela, con Bimba – Teckel – Burgos
– Federico Sáez-Royuela, con Tobías – Teckel – Burgos
– Alfonso Couret, con Umma (Rema Zloty Bór) – Bayerische Gebirgsschweißhund o Sabueso de Baviera – Madrid
– Alfonso Couret, con Mara (Forest Life Diamond) – Bayerische Gebirgsschweißhund o Sabueso de Baviera – Madrid
– Herminio Baldó, con Olaf (Olaf de Grochland) – Teckel – Madrid
– Álvaro García Mateu, con Zivo (Ramis Zloty Bór) – Bayerische Gebirgsschweißhund o Sabueso de Baviera – Madrid
Se hizo entrega de los certificados de acreditación, parches e insignia de conductor acreditado, etc. y a todos los que pasaron la prueba se les exigió la firma del Código de Honor del conductor acreditado de AEPES.
CÓDIGO DE HONOR del Conductor Acreditado de la Asociación Española del Perro de Sangre (AEPES)
– El principal objetivo del conductor de perro de sangre cuando esté realizando la búsqueda de una pieza de caza mayor herida será llevar a cabo esa búsqueda de la forma más eficaz y, en caso de que ésta se encuentre con vida, acabar con su sufrimiento de la manera más rápida posible.
– La discreción y la buena educación deben estar presentes en todo momento en las palabras y los actos del conductor del perro de sangre. De igual manera, mostrará siempre el respeto debido a las piezas de caza cobradas.
– El conductor, antes de iniciar una búsqueda, deberá asegurarse de que cuenta con el permiso del titular de los derechos de caza del terreno en el que va a actuar. De igual forma evitará participar en la búsqueda de una pieza, cuando tenga constancia de que ésta ha sido cazada de forma ilegal.
– Como socio de AEPES, el conductor acreditado velará por la buena armonía dentro de la Asociación, con el fin de que los objetivos de la misma no se vean empañados por un espíritu competitivo o de crítica. La búsqueda de piezas heridas es una actividad al servicio de la caza, no una forma de cultivar el éxito personal.
– Todo conductor acreditado de AEPES se compromete a:
• Ser titular y llevar consigo la documentación necesaria para el ejercicio de la caza en la zona donde esté realizando una búsqueda.
• Pasar el relevo a otro equipo de búsqueda, en caso de que encuentre alguno disponible, cuando deba abandonar el rastreo por cualquier motivo, siempre que el animal buscado sea susceptible de ser recuperado.
• Cumplimentar correctamente y remitir después de cada actuación la ficha de rastreo de la AEPES, para la base de datos de la Asociación.
• Promover, fomentar y difundir el rastreo de piezas de caza mayor heridas con perros de sangre, como contribución a una forma de entender la caza en la que se valoren los aspectos éticos y tradicionales de esta actividad, así como el respeto a los animales abatidos.
• Facilitar el acceso a esta disciplina de nuevos conductores, aconsejando y guiando a los mismos siempre que ello le sea posible.
Unac