La Unión valora negativamente la propuesta de la Comisión Europea que a partir de ahora abre la puerta en el Estado español a la libre comercialización de mezclas de aceites de oliva con aceites de semilla. Para el sindicato, esta permisividad atentará directamente contra las garantías que debe tener el consumidor en cuanto a calidad y trazabilidad y, contrariamente a lo que cabría pensar, no repercutirá en un abaratamiento del precio del producto. Además, la medida favorecerá que el mercado esté cada vez más monopolizado por los grandes operadores de la distribución.
Al objeto de plantear las propuestas sindicales respecto a la propuesta de Reglamente, dentro de una idea de colaboración con el Ministerio, La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, La Unión, ha solicitado una reunión urgente con la Ministra Espinosa. También se ha comunicado a los eurodiputados españoles miembros de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural la valoración de La Unión respecto a la nueva regulación.
Según la propuesta de la CE, los Estados miembros podrán prohibir la producción de mezclas de aceites de oliva con otros aceites vegetales para consumo interno pero, contrariamente a lo que pasaba hasta ahora, no podrán prohibir su comercialización. De esta manera, de ahora en adelante podrán entrar en el Estado español mezclas de aceites procedentes de otros países; además, tampoco queda prohibida la producción de mezclas dentro del territorio español si el objetivo es comercializarlas fuera del Estado.
La Unión manifiesta su desacuerdo con la medida impulsada por la CE, puesto que no existe ningún criterio razonable que justifique esta permisividad. El sindicato alerta que la propuesta no beneficiará productores ni consumidores, sino que los mayores beneficiarios serán los grandes distribuidores y envasadores de aceite que cada vez tendrán más libertad para controlar la totalidad del mercado.
Para La Unión, la libre comercialización de mezclas de aceites dentro y fuera del Estado español supondrá un paso atrás en el objetivo de garantizar los máximos parámetros de calidad y trazabilidad que desde siempre ha perseguido el sector productor.
Por otro lado, La Unión defiende el doble etiquetado en el aceite virgen y virgen extra, de forma que sea obligatorio informar sobre el origen del país de procedencia además de especificar que el aceite ha sido producido en la Unión Europea.
Para la Unión es inexplicable el posicionamiento del resto de organizaciones profesionales agrarias que –como productores- rechazan la obligatoriedad de expresar el país de origen, cuando otros países productores compran aceite español para incrementar la calidad de los que ellos producen.
LA UNIÓN