La mesa ha concluido con la esperanza fundada de que la misma transcurra de forma equilibrada, con precios rentables para los productores y sin los problemas planteados en campañas anteriores.
Las razones que avalan estas buenas perspectivas son, en primer lugar, que no existe solapamiento entre la patata temprana del Sur con la patata de Castilla y León, ya que allí se ha comercializado con normalidad y no existen excedentes almacenados.
En segundo lugar, la superficie sembrada en Castilla y León es equivalente a la de 2005 y los rendimientos que se están obteniendo están en la misma línea que años anteriores.
Y por último, las expectativas de cosecha en Europa se han visto frenadas por los calores de los meses de mayo y junio por lo que el total de la producción va a ser inferior al de años anteriores con su correspondiente repercusión en la oferta de patata para España, deficitaria en este producto.
Por todas estas causas, es previsible que los precios se mantengan en los valores actuales y dentro de unos parámetros normales para estas fechas. Para que el mercado se mantenga estabilizado es imprescindible que se produzca un arranque natural y escalonado de la patata por parte de los productores con el fin de que no se saturen los mercados con una oferta en origen excesiva y artificial.
En la reunión, presidida por la Directora General de Industrialización Agraria y con la presencia de las Organizaciones de Productores Agrarios, Unión Regional de Cooperativas Agrarias, representantes de los almacenistas y de las industrias que transforman patata, se han tratado también otros aspectos tendentes a mejorar la estructuración del sector y facilitar a los productores información del mercado.
Ambas cuestiones seguirán siendo analizadas y perfiladas en reuniones monográficas durante los próximos meses para poder conseguir entre todos un mercado más transparente que facilite el normal desenvolvimiento del sector.
JUNTA CL