Ante la particularidad del cultivo en la provincia, ASAJA ha convocado un encuentro conjunto para el próximo 2 de agosto
De todos el conocida la crisis cíclica de precios que sufre el cultivo de la patata, por estas fechas, cuando se inicia el arranque de la variedad temprana en la provincia de Salamanca. Si a ello le unimos el caos reinante en la recogida de este tubérculo que desestabiliza cada año el sector como consecuencia de la inexistencia de una organización común de mercado que regule y coordine un arranque escalonado, la situación se presenta, como siempre, tradicionalmente caótica. Por ello, ASAJA SALAMANCA ha decidido una vez más tomar cartas en el asunto y actuar con celeridad para evitar una posible caída de los precios.
Recordarán que, ya el pasado año, esta organización agraria tomó la iniciativa movilizando a los productores de la provincia y provocando con ello un repunte de los precios. Tras aquella acción sindical la Junta aceptó convocar unas ayudas al almacenamiento de patata y, de esta manera, animar a los patateros a una venta escalonada.
En esta ocasión, desde ASAJA SALAMANCA remitimos el pasado 15 de junio una carta a la responsable de Industrialización y Modernización Agraria de la Junta, Carmen Suárez, solicitando un encuentro a fin de planificar el inicio del arranque de la patata temprana y fijar un precio de referencia en origen. El pasado 18 de julio, Carmen Suárez nos recibió en Valladolid y aceptó nuestro ofrecimiento para convocar una reunión conjunta con el resto de las OPAS el próximo 3 de agosto.
Antes de dicho encuentro, esta organización agraria ha decidido apostar por la unidad de actuación en la provincia, y más concretamente en el sector de la patata, invitando a las opas provinciales, el próximo 2 de agosto, en el hotel Stil, a partir de las 12 de la mañana, a consensuar una política de arranque en la provincia que oriente a todos los productores y fijar, asimismo, un precio de origen digno que acabe con los vergonzosas diferencias de beneficios en destino.
REIVINDICACIONES
Posteriormente, esas conclusiones orientativas que adoptemos se darán a conocer a los productores en una convocatoria general pero mientras tanto, y ante tal situación, ASAJA SALAMANCA espera que esta propuesta común de actuación dé sus resultados en beneficio del productor. Para ello, es imprescindible dejar las diferencias a un lado y luchar por la estabilidad que este sector viene clamando a gritos desde hace años.
Mientras tanto, desde esta organización aconsejamos al agricultor que no venda el kilo de patatas nunca a un precio inferior a los 13 céntimos, y siempre valorando con prudencia la situación de oferta y demanda en el momento en el que realice la venta.
ASAJA continúa considerando primordial hacer hincapié en la importancia del etiquetado de origen de las patatas de tal manera que, por una parte, la Administración efectúe un adecuado control de la veracidad de esos datos por parte del distribuidor y la superficie comercial, mientras que, por otra, el consumidor sea consciente de la gravosa diferencia de precios que se produce hasta que el tubérculo llega a su destino.
Consideramos una obligación moral de la Administración el establecimiento de un contrato tipo para la patata de industria y la de siembra que recoja unas condiciones mínimas de entrega y suministro contribuyendo así a una cierta estabilidad en el mercado.
Es además deber del Estado español, y por ende de la Junta, promocionar y fomentar la patata producida en España, más aún cuando se convertirá en una posible alternativa de futuro frente al abandono de la remolacha.
Por último, habría que subrayar los enormes gastos que soporta este cultivo de regadío que no sólo no percibe uno precio digno por su producto sino que además debe asumir enormes inputs como el coste del carburante para los motores de riego. En este sentido, ASAJA continúa reclamando un fondo de compensación para los patateros en años de bajas cotizaciones, que lo son todos, por supuesto sin olvidarnos de un gasóleo profesional.
ASAJA SALAMANCA