Satélites para seguir a las aves migratorias

Equipados con transmisores satelitales GPS (sistema de posicionamiento mundial) que funcionan con energía solar, los cisnes silvestres de Mongolia emigran atravesando el continente euroasiático, mientras los científicos siguen sus trayectorias en un novedoso proyecto que, según afirman, arrojará luz sobre la participación de las aves silvestres en la propagación de la gripe aviar.

En agosto, un equipo de científicos internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los Estudios Geológicos de los Estados Unidos de América (USGS) y la Sociedad de Conservación de la Naturaleza (WCS), así como de la Academia de Ciencias de Mongolia, colocaron unos transmisores GPS en algunos cisnes cantores con la intención de poder seguirlos a las zonas donde pasan el invierno.

Esta investigación, según los científicos, puede proporcionar información sobre las rutas migratorias entre las zonas de reproducción y las de invernada, lo que permitirá alertar rápidamente a los gobiernos en caso de amenaza de enfermedades de las aves silvestres, como la gripe aviar.

La cepa del virus de la gripe aviar, H5N1, es letal para diversas especies, especialmente para las aves de corral y algunas especies de aves silvestres. Al trasmitirse a las personas a través de un contacto estrecho con aves infectadas (aves de corral principalmente), el virus puede ser mortal. Las autoridades de todo el mundo se preocupan por un posible riesgo de pandemia si el virus se modifica y se vuelve fácilmente transmisible entre personas.

«Estamos trabajando para entender la función que desempeñan las aves silvestres en la propagación del virus H5N1», aseguró Scott Newman, Coordinador Internacional de Especies Silvestres para la Gripe Aviar en la sede de la FAO en Roma, y miembro de la WCS. «Si bien las vías principales de transmisión son las aves de corral y el comercio de aves, es probable que en algunas zonas estén implicadas las aves migratorias», añadió.

En Mongolia murió un elevado número de cisnes cantores en 2005, así como en el occidente de China en 2005 y 2006, en zonas donde hay pocas aves de corral. El análisis de las aves muertas por expertos de la WCS permitió verificar que habían contraído la gripe aviar. Este descubrimiento sugirió a los científicos que el virus H5N1 estaba presente en esta región y que de ahí puede haberse propagado, por lo que era importante conocer el lugar de invernada de las aves migratorias.

«Si bien se están tomando sobre el terreno muestras de aves silvestres en busca del virus de la gripe aviar, no será posible conocer a fondo la función de estas especies en la transmisión de la enfermedad sino hasta conocer mejor sus pautas migratorias», afirmó Billy Karesh, director del programa veterinario de campo de la WCS en Nueva York. «Estamos tomando muestras de aves en Asia oriental a través del programa de la Red mundial de vigilancia de la gripe aviar, pero cuando encontramos con aves infectadas es necesario saber adónde se dirigen».

Muchas especies migratorias anidan a miles de kilómetros de los lugares donde pasan el invierno, y es difícil determinar cuáles grupos llegan de qué zonas, explicó John Takekawa, biólogo especialista en especies silvestres e investigador del Centro Occidental de Investigación Ecológica del USGS, en California, y uno de los científicos que participan en este estudio. «Estamos equipando a los cisnes con transmisores GPS muy pequeños que funcionan como los sistemas de navegación de los automóviles, pero además trasmiten datos a través de los satélites meteorológicos, lo que permite seguir sus movimientos».

El equipo de expertos capturó algunos cisnes cantores a principios de agosto en las estepas orientales de Mongolia, cerca de la frontera con Rusia y China. Todos los años, los cisnes mudan de plumaje después de la temporada de reproducción, y durante ese período en el que no vuelan, los biólogos atraparon los cisnes en barcos y a pie. Se fijaron pequeños transmisores solares de 70 gramos en 10 cisnes grandes, sujetando el equipo en el lomo de las aves con un arnés de teflón, que se descompone y se desprende de las aves pasados algunos años.

Si bien desde hace 20 años se usan transmisores satelitales para seguir a las aves migratorias, sólo desde hace cinco años hay transmisores GPS. Tan sólo en fecha reciente los modelos fabricados por una empresa especializada en animales silvestres se han reducido a un tamaño adecuado para las aves migratorias. La ubicación exacta de estas especies, con una variación inferior a los diez metros, ofrece una abundante información sobre las aves migratorias y el uso de sus hábitats, que antes no estaba disponible. La ubicación se registra cada dos horas y se almacena en la memoria del transmisor antes de enviarse al equipo de investigación por correo electrónico a través de los satélites meteorológicos cada dos días. Las distintas localizaciones se ponen al dia en la página en Internet del proyecto(www.werc.usgs.gov/sattrack/)dos veces a la semana.

Las recomendaciones de la Conferencia Científica Internacional de la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) sobre la Gripe Aviar y las Aves Migratorias, celebrada en Roma (http://www.fao.org/ag/againfo/subjects/en/health/diseases-cards/conference/index_en.html) incluyen conocer mejor el comportamiento de las aves migratorias, las estrategias precisas de migración, los lugares de reunión y convergencia, y la interacción entre las especies silvestres y las especies domésticas. «El proyecto del cisne cantor en Mongolia demuestra la importancia que da la FAO al conocimiento de las relaciones entre agricultura, especies silvestres y salud humana», señaló Newman.

FAO

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