Bajo la presidencia de la Secretaria General de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, se ha constituido hoy la Comisión Nacional de Biovigilancia, órgano de asesoramiento en materia de organismos modificados genéticamente, encargado de informar sobre el establecimiento, desarrollo y aplicación de los planes de seguimiento que se realicen sobre variedades transgénicas, así como de la evaluación de los análisis para la determinación de la presencia de OGM en semillas, alimentos y piensos, y del estudio sobre el impacto que la utilización de variedades transgenicas puede tener para el desarrollo de la agricultura en España.
Esta Comisión, que celebró ayer su primera reunión, esta integrada por responsables de las Administraciones públicas, expertos en bioquímica y genética, así como por representantes de las organizaciones agrarias y de distintos sectores relacionados con la producción, el comercio y el consumo.
En esta primera reunión, se ha presentado y analizado el borrador de Orden por la que se hacen públicas las normas sobre la coexistencia de los cultivos modificados genéticamente con los convencionales y ecológicos, borrador que incluye entre otros requisitos la obligación, a partir de abril de 2004, de que los agricultores y otros operadores comuniquen por escrito la modificación genética contenida en su cosecha a cada comprador de sus productos, de acuerdo con la normativa comunitaria relativa al etiquetado de organismos modificados genéticamente, y a la trazabilidad de los alimentos y piensos producidos a partir de estos.
La nueva normativa incluiría igualmente disposiciones para el seguimiento de unas buenas prácticas agrícolas, con el fin de que la siembra de una variedad modificada genéticamente pueda ser compatible con el cultivo de otras variedades en los campos vecinos, así como la obligación por parte del agricultor de comunicar por escrito a las Comunidades Autónomas correspondientes, los detalles sobre parcelas y variedades transgénicas, requisito que entraría en vigor a partir de 2005
Con estas normas de coexistencia, y de acuerdo con las conclusiones establecidas en el Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural, España consolida su liderazgo en la Unión Europea respecto al empleo de la moderna biotecnología para una producción agraria sostenible.
Asimismo se ha presentado la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre Biotecnología en la que se recoge toda la información disponible sobre organismos modificados genéticamente.
ENSAYOS DE COEXISTENCIA
Por otra parte, se ha informado sobre los ensayos de coexistencia, que coordinados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en colaboración con las empresas productoras, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria y el Instituto Técnico Agrario Provincial de Albacete, han demostrado como la influencia del polen de los cultivos transgénicos en otros cultivos convencionales próximos, se reduce a las primeras líneas de los cultivos convencionales.
Otro de los temas abordados durante la reunión ha sido la evolución del cultivo de variedades de maíz genéticamente modificadas, en el que España se consolida como primer país europeo en el empleo de híbridos mejorados con ayuda de la moderna biotecnología. Gracias a la disponibilidad de las nuevas variedades transgénicas, se han evitado en la campaña 2003 unas pérdidas de cosecha entre 20.000-32.000 Tm., con menor necesidad de aplicar insecticidas.
En relación con los resultados presentados sobre el Plan de Seguimiento -pionero en la Unión Europea- , que se ha venido realizando durante cinco años para las dos primeras variedades autorizadas de maíz, con la modificación genética (CG-176) para protección contra el taladro, se ha confirmado la ausencia de efectos sobre insectos, sin evidencias de que se haya producido transferencia de genes a microorganismos del suelo o del tubo digestivo de aves, y sin que hasta la fecha se haya constatado un aumento de las resistencias a las proteínas Bt en las poblaciones naturales de las plagas de taladros.
El encuentro de ayer también permitió presentar las líneas maestras del Plan de Seguimiento, recientemente aprobado, para 4 variedades derivadas de la segunda modificación genética (MON 810), cuya comercialización fue autorizada en marzo de 2003.
El número de variedades autorizadas se ha ampliado, y así en este mes de febrero, se han aprobado otras 9 variedades de maíz, dos con la modificación genética CG-176 y las siete restantes con la modificación genética MON 810
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