De acuerdo con la normativa en vigor, se trata de una enfermedad calificada como “exótica” en la Unión Europea, que no implica riesgo alguno para la salud humana ya que no es transmisible al hombre.
Hasta este momento, tan solo se consideraban hospedadores posibles la ostra de Australia y la ostra chilena (Ostrea angasi y Ostrea chilensis). El uso de modernas técnicas de diagnóstico molecular ha permitido esta primera detección del parásito en este molusco.
Las áreas de cultivo están siendo cuidadosamente monitorizadas para delimitar la extensión de la infección, detectar posibles incrementos de mortalidad y, en su caso, adoptar las restricciones oportunas en lo referente a movimientos de ejemplares vivos, si bien estos movimientos son muy escasos en la zona.
MAPA-RASVE