Se han acordado nuevos programas de desarrollo rural para el período comprendido entre 2007 y 2013

Mariann Fischer Boel, Comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural, ha declarado lo siguiente: «Estos programas de desarrollo rural son cruciales para el futuro de nuestras zonas rurales. Este dinero ayuda al sector agrícola a diversificarse, además de financiar proyectos ambientales esenciales y crear puestos de trabajos fuera de la agricultura».

Programas acordados
En millones de euros
País o región
Presupuesto público total
Contribución FEADER
Chipre
325
163
Bélgica (Flandes)
668
225
Alemania (tres Estados federados)
Baden-Württemberg
Renania-Palatinado
Turingia
1 266
487
894
611
245
693
Italia (tres regiones)
Campania
Friuli-Venecia Julia
Liguria
1.882
247
277
1 082
109
106
España (ámbito nacional)
/
/

Puede encontrarse más información sobre los distintos programas en:

Chipre: MEMO/07/431 Flandes: MEMO/07/430: Alemania: MEMO/07/429, Italia: MEMO/07/428 España: MEMO/07/432.

Antecedentes:

Dentro de la reforma fundamental de la Política Agrícola Común (PAC) iniciada en 2003, también se ha revisado la política de desarrollo rural. La Comisión efectuó un análisis concienzudo de la política de desarrollo rural (DR), incluida una evaluación del impacto ampliada de la política futura en este ámbito, y formuló una propuesta en julio de 2004. En septiembre de 2005, el Consejo adoptó una política reformada de desarrollo rural para el período comprendido entre 2007 y 2013[2], que se caracteriza por los elementos de «continuidad y cambio».

Esta política sigue ofreciendo un conjunto de medidas entre las cuales los Estados miembros pueden escoger y para las cuales reciben apoyo financiero comunitario en virtud de los programas integrados de desarrollo rural. Al mismo tiempo, cambia la forma de desarrollar estos programas, reforzando el contenido estratégico y el desarrollo sostenible de las zonas rurales. Con este fin, la futura política de DR se centra en tres ámbitos fundamentales (ejes) decididos por común acuerdo:

  • mejorar la competitividad de la agricultura y la silvicultura,
  • apoyar la gestión de las tierras y mejorar el medio ambiente, y
  • mejorar la calidad de vida y fomentar la diversificación de las actividades económicas.

Comisión Europea

Deja una respuesta