El Matadero José Calatayud e Hijos S.A., de Calahorra (La Rioja), se ha convertido en la primera empresa española en iniciar los trámites precisos para la certificación de sus manipuladores de alimentos, mantenedores de instalaciones y supervisores. CERAL S.L., Entidad de Certificación y Aseguramiento Alimentario, será el encargado, mediante el Modelo Consolidado de Certificación de Personas, de evaluar y certificar a las personas que intervienen en la cadena alimentaria.
El Modelo Consolidado de Certificación de Personas nace con el objetivo de responder a la demanda social de seguridad alimentaria. El C.S.A., responsable de su creación, afirma que el 90% de las contaminaciones de los alimentos son consecuencia directa e indirecta de los manipuladores de alimentos.
Pues bien, ha sido una empresa riojana, Matadero José Calatayud e Hijos S.A., la primera del sector caza/aves en iniciar los contactos con Ceral para evaluar y certificar a sus manipuladores. Este matadero de aves realiza las actividades de despiece, elaboración y transformación de productos cárnicos. Por ello, se enmarca plenamente entre los 37 sectores que cubre el Modelo.
Una vez firmado el contrato entre ambas entidades se procederá a evaluar a las personas que trabajan en las citadas actividades de la empresa. En el momento en que sean otorgados los certificados, si se cumplen los requisitos, el matadero contará con la plena garantía de que el proceso que va desde que se sacrifica al animal hasta que es puesto a la venta como producto de consumo se ha realizado minimizando los riesgos para el consumidor.
Este modelo, de reciente creación, tiene como bases fundamentales:
Probar la capacidad actitudinal y aptitudinal de una persona para desarrollar los trabajos de manipulador de alimentos en sus tres niveles de responsabilidad para 37 sectores de la industria alimentaria.
El compromiso de una persona con su salud y los riesgos que ésta puede provocar en su actividad.
La diferencia entre los distintos sectores de actividad en la industria alimentaria.
El seguimiento de la persona en cuanto a la actitud, compromiso y capacidad de la persona certificada respecto a los requisitos acordados.
El proceso de certificación comprende tres fases en el Modelo: formación, control higiénico-sanitario y, por último, la evaluación y certificación. Esto significa que se lleva a cabo un proceso teórico y práctico, en locales de escenificación, que se actualiza cada dos años, con objeto de formar a los candidatos a la obtención del certificado.
El control higiénico-sanitario aplica los protocolos médicos definidos para este sector y debe ser realizado por la persona anualmente.
Por último, resaltar los tres elementos de que se compone la evaluación y la certificación, mediante cuestionarios y toma de muestras: Curricular (requisitos mínimos y experiencia laboral en el sector), Formativa (formación específica y homologada) y Práctica (actividad profesional).
Nos encontramos, por tanto, ante el inicio de un proceso que puede convertirse en poco tiempo en referente para las empresas de cara a su credibilidad ante los consumidores.
Centro de Seguridad Alimentaria