Con el acto de colocación de la primera piedra, el consejero de Obras Públicas, Alejandro Gil, marcaba oficialmente ayer en Cuenca el arranque de construcción de una fase de 104 viviendas de protección oficial en régimen especial, primera que reúne las condiciones de bioclimáticas al incorporar soluciones modernas para reducir el consumo de energía y ser más acorde al medio ambiente.
Según Gil, son viviendas destinadas para personas que más lo necesitan y que tendrán la misma calidad que las de renta libre, con la ventaja añadida de que sus futuros usuarios puedan reducir las facturas de luz o gas hasta en un 60 por ciento respecto al coste medio de una vivienda convencional.
La construcción de estas viviendas supone un 15 por ciento más de coste, en términos generales, si bien el consejero señaló que este aumento es asumido por el Gobierno regional. Igualmente, dijo que si algún privado quiere hacer una vivienda con estas características puede llegar a ayudas del 20 por ciento del proyecto y compensar así este sobrecoste.
En total, el presupuesto general del proyecto es de 8,2 millones de euros y para su ejecución se ha marcado un plazo de 20 meses a la empresa adjudicataria Ferrovial-agroman.
Diseño
Las nuevas viviendas se construirán en un bloque de 4 y 5 alturas, y estarán situada en una parcela de cuatro mil metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de Cuenca en Villa Román II.
En su mayor parte (88 casas), tendrán 3 dormitorios y una superficie útil de 71 metros cuadrados. Habrá 12 más que lleguen hasta los 90 metros cuadrados y los 4 dormitorios, mientras que el proyecto también contempla esta misma superficie para 4 casas más adaptadas para personas discapacitadas.
El edificio tendrá una orientación adaptada a las condiciones climáticas. En la fachada norte se situarán dependencias como la cocina y aseos, más armarios empotrados que sirvan como cámara de aire. Para la fachada sur se dejan los salones, dormitorio principal y la terraza.
Se instalarán paneles solares para captar energía suficiente como para calentar la vivienda en invierno, así como sistemas de ventilación cruzada para establecer corrientes de aire que refresquen la casa en verano y la calienten en época invernal.
Destaca también en este proyecto la intención de reutilizar las aguas pluviales, ya que su recogida permitirá volver a usarla para el riego en la época de verano y conectarla al sistema de ventilación que enfriará el inmueble. Se pondrá también cuidado en la carpintería exterior del edificio, con ventanas de rotura de puente térmico que permiten aislar mejor y potenciar el ahorro de calefacción.
JCCM