Juan Moreno señaló que ese precio tipo debe fijarse con un «contrato homologado de compraventa» en «consonancia» con los distintos tipos de venta y transformación de la aceituna», de forma que COAG Extremadura «recomienda» a los olivareros extremeños, tal y como ya se ha hecho en regiones como Andalucía, «no recolectar aceituna sin un precio fijado en consonancia con el coste de producción».
Coag afirma que «en estos momentos» la aceituna se paga a precios «similares» a los que se obtenían hace 35 años y que según los datos del último Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), correspondiente al pasado mes de agosto, este producto ve incrementado su precio «más de un 553% del campo a la mesa».
Así, la organización agraria mantiene que este «amplio diferencial» se explica por la configuración de un mercado marcado por las «prácticas especulativas» que llevan a cabo las «pocas empresas que controlan» las operaciones, de manera que mientras los consumidores pagan 3,87 euros por kilo de aceitunas, los productores reciben 0’70 euros/kilo, cuando el nivel de rentabilidad se sitúa a 1 euro por kilo para la aceituna aderezada.
Por estos motivos COAG considera el contrato tipo como «la única herramienta» que puede dotar de estabilidad a un sector de tanta importancia social y económica, que hace que sólo en Extremadura haya más de 560.000 jornales que dependen de la campaña de verdeo, la cual, con los precios actuales, señala la organización agraria, «podría verse seriamente afectada provocando un auténtico problema social».
Europa Press