Nota de prensa de UPA
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) denuncia el abandono sufrido por los productores de patata que ante la grave crisis padecida durante la campaña que acaba de finalizar no han recibido apoyo alguno por parte de los responsables del Ministerio de Agricultura.
Como respuesta a la ruina del sector productor el Ministerio de Agricultura no escatimó esfuerzos en la realización de una intensa promoción del nuevo seguro de ingresos de patata que nace con limitaciones realmente importantes. Se trata de una línea experimental que sólo va a estar disponible para cinco provincias españolas: Álava, Burgos, León, Valladolid y Logroño. Quedan por tanto fuera del seguro amplias zonas de producción donde la patata tiene una enorme importancia dentro de la economía de numerosas explotaciones familiares, tales como la provincia de Salamanca o de la comarca de Xinzo de Limia en Ourense. Para UPA se vende como solución al grave problema una medida, el seguro, accesible a un limitadísimo número de productores.
UPA considera además que la nueva línea establece un precio garantizado que no cubre en absoluto los costes de producción, de modo que así se beneficia claramente a las explotaciones grandes que, por economías de escala, tienen unos costes más bajos. En definitiva, las pequeñas y medianas explotaciones de patata están atravesando una situación realmente complicada ya que debido a la falta de solvencia tienen dificultades reales para acometer las nuevas siembras.
La pasada campaña ya se inició con precios de patata temprana por debajo de lo normal en algunas zonas. Al llegar el arranque de las patatas de media estación y tardía la situación fue absolutamente insostenible. Se han estado vendiendo patatas a unos 5 €uros/100 Kilo. La nueva campaña no se plantea con mayor optimismo debido a que las lluvias retrasaron las siembras de la patata temprana y va a solaparse en cierta medida con la posterior.
UPA critica la actitud del Ministerio de Agricultura que justifica el no hacer frente a situaciones críticas amparándose en la puesta en marcha en el mercado de líneas de seguro experimentales y de nueva implantación. En definitiva, con niveles de contratación ridículos justifican la cobertura del conjunto de agricultores. Esta fórmula responde a un lavado de cara y no a una propuesta seria de solución al problema. Ahora toca a la patata pero antes fueron las vacas locas y la retirada de cadáveres de las explotaciones. El año que viene asistiremos a una nueva reducción del nivel de apoyo público concedida a estas líneas.
UPA