Sectorial Citrícola de FEPAC-ASAJA Castellón considera que la cosecha es inferior a las estimaciones

Esta importante circunstancia, unido a la demanda de clementinas por parte de los consumidores europeos, tiene que llevar a los productores a posicionarse, todavía más, ante los compradores. Así, la Sectorial Citrícola de FEPAC-ASAJA Castellón aconseja no dar la producción a comercializar y exigir precio por la misma, más si cabe cuando se conocen ventas de hasta 0,30 euros por kilo (50 pesetas) por la variedad clemenules en el árbol, más IVA, en las comarcas castellonenses.

La segunda reunión de la Sectorial Citrícola de FEPAC-ASAJA Castellón se ha desarrollado en Vila-real, en la sede de la Asociación Local de Agricultores, participando alrededor de 25 productores de Vila-real, Castellón, Betxí, Burriana, Vilavella, Alqueries y Alcalá, entre otros municipios. La próxima reunión tendrá lugar en Almassora el día 19 de este mes.

Lo quedó claro por parte de todos los asistentes a la reunión es que los citricultores son el primer eslabón de la cadena citrícola y que de ellos depende, en gran parte, salir de la situación en la que se encuentran. Por ello, los participantes en la Sectorial se volvieron a posicionar en no dar la cosecha a comercializar. En exigir siempre precio por la misma. Sólo de esta manera se puede recuperar el terreno que han perdido los productores en las pasadas campañas. Además, se han las condiciones para poder exigir precio por la fruta: hay menos cosecha de la estimada y los mercados están demandando clementinas, con precios más que aceptables.

Los participantes en la Sectorial Citrícola, todos productores y buenos conocedores de los términos municipales donde radican sus plantaciones de clementinas y naranjas, han constatado el abandono progresivo de huertos por los malos resultados de las últimas campañas y consideran que de no obtener buenos resultados en la actual campaña todavía se dejarán de cultivar muchos más.

Otros temas que se pusieron encima de la mesa a lo largo de la reunión fue la necesidad de contar con un seguro que garantice la subsistencia de los citricultores, que se arbitren medidas para ordenar el territorio, siempre desde el punto de vista de las plantaciones citrícolas, y la necesidad de comenzar a caminar para llevar a cabo la reordenación del minifundio.

FEPAC-ASAJA

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