Nota de COAG
La nueva Ley de Arrendamientos Rústicos, publicada ayer jueves día 27 de noviembre en el Boletín Oficial del Estado, BOE, nace con el rechazo de todos los grupos parlamentarios de la oposición y, lo que aún es más grave, tampoco cuenta con el refrendo del sector agrario. La nueva normativa, que entrará en vigor el 27 de mayo de 2004, reduce el plazo mínimo de duración del contrato de cinco a tres años, lo que dificulta la estabilidad y viabilidad de las explotaciones, a la vez que elimina la orientación profesional de los arrendamientos; apuesta por grandes explotaciones; aboga por las sociedades anónimas en detrimento de la explotación familiar; y elimina la preferencia de acceso a la propiedad.
A juicio de Andoni Garcia, responsable de Costes de COAG » la ley está realizada en beneficio de intereses ajenos al sector y a la actividad agraria, ya que se configura como un instrumento eficaz para la especulación, al no defender como único objetivo la contratación de arrendamientos para el ejercicio de la actividad agraria por parte de profesionales. Es decir, abre la puerta a un proceso de liberalización y concentración de la tierra en manos de agentes económicos que nada tienen que ver con el desempeño profesional de la labor agraria». «No olvidemos, ha apuntado Andoni Garcia, «que el 27% de la superficie agrícola útil de nuestro territorio está arrendada y precarizar la situación de los arrendamientos amenaza la estabilidad del sector, impide su modernización y trunca el relevo generacional».
Por su parte, el Ministerio de Agricultura ha ignorado completamente en su fase de elaboración las propuestas de mejora de la ley planteadas por COAG, y recibidas con satisfacción por el resto de grupos políticos con representación en el Congreso y Senado, por lo que no ha habido posibilidad alguna de participar en la configuración de una ley de vital importancia para el futuro del sector.
Las observaciones al texto legal propuestas por COAG reflejan las verdaderas necesidades de los profesionales agrarios y son una garantía de futuro para el sector:
Que se mantenga el requisito del arrendatario como profesional de la agricultura
Que no desaparezca el límite cuantitativo de arrendamiento, a fin de evitar la acumulación de tierra en manos de un mismo arrendatario.
El mantenimiento de la actual duración de los contratos y sus prórrogas para mantener la finca, conservarla y realizar las inversiones necesarias, garantizando la amortización de las mismas.
Que los derechos de tanteo, retracto y adquisición preferente no sean suprimidos
COAG