En el número 29 del Observatorio de la Electricidad, WWF destaca que en diciembre se confirmó una importante mejora en la calidad ambiental de la electricidad peninsular para todo 2008. De hecho, el mes finalizó con una reducción del 24% de las emisiones de CO2 respecto al mismo mes de 2007, confirmando así la tendencia que empezó en el segundo trimestre del año. Este avance en la calidad de la electricidad consumida es fruto del esfuerzo en la implantación de energías renovables, el progreso en el funcionamiento del mercado europeo de derechos de emisiones y el estancamiento de la demanda eléctrica, especialmente en el último trimestre del año.
Según WWF, 2008 va a pasar a la historia como un año de cambios y en el que el sector eléctrico español también ha experimentado los suyos, algunos de gran calado. La larga marcha de las energías renovables, comenzada hace más de 20 años, hacia un mayor protagonismo y un reconocimiento como alternativa real a las fuentes energéticas convencionales (combustibles fósiles y nuclear) ha empezado a dar sus frutos.
Sin embargo, es importante destacar que para 2020 la Unión Europea se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 20%. Basándose en estudios científicos, WWF considera que este objetivo es insuficiente y debería ser, por lo menos, de un 30% para mantener a Europa en la senda necesaria a la hora de solucionar el problema climático. Asimismo, como mínimo, un 20% de la energía tendrá que ser de origen renovable para esa misma fecha, según la organización.
En este escenario, España y su sector eléctrico deberán hacer su parte y, aunque actualmente esté mejor situada que otros países en el desarrollo de las energías renovables, también es cierto que queda mucho camino por recorrer. No en vano, actualmente estas energías aportan alrededor de un 8% del consumo energético total nacional. Por esta razón, no se puede vacilar ahora en al apoyo a las renovables, ya que son la única solución energética disponible a medio y largo plazo.
“Quizás se podría pensar que ha llegado el tiempo de reflexionar sobre lo logrado y especialmente, de dar las gracias a los que lo han hecho posible. Pero, en la realidad que estamos viviendo, no podemos permitirnos ese lujo porque los retos climáticos y energéticos están a la vuelta de la esquina”, apunta Heikki Willstedt, experto de WWF en Energía y Cambio Climático. Y añade: “Por eso, desde WWF volvemos a pedir al Gobierno y a la sociedad que mantengan y refuercen el apoyo a las tecnologías de energías renovables. De hecho, estas fuentes son las únicas que, junto a la mejora en la eficiencia energética, pueden hacer frente al doble reto de reducir las emisiones que provocan el cambio climático y proveer al país de la energía necesaria para su funcionamiento sin depender de importaciones cada vez menos seguras, como se ha demostrado con la actual crisis del gas ruso”.
Datos más destacados de 2008 para el sistema peninsular:
La calidad ambiental de la electricidad suministrada en la península es mejor que la del periodo de referencia (media 2003-2005), habiéndose alcanzado una clase C (la clase de referencia es la D) en emisiones de CO2 y residuos radioactivos por kilowatio producido.
Las emisiones de todo el año han decrecido en un -16,6%, principalmente por el aumento en la generación eólica y la disminución del uso del carbón a favor del gas natural en las centrales térmicas.
La generación de electricidad de las centrales eléctricas peninsulares respecto al año pasado ha aumentado en 2,36 %. La demanda lo ha hecho en un 0,88%.
Una exportación neta de un 3,85% de la generación eléctrica a nuestros vecinos.
La energía eólica ha producido el 10,85% de la electricidad del sector eléctrico peninsular mientras que la hidráulica producido un 7,5% este año.
El carbón ha dejado de ser la fuente energética principal del sector eléctrico peninsular, posición que ocupaba desde 1996, bajando a la tercera posición (con un 16,1% de aportación, comparado con un 25% el año pasado), por detrás de los ciclos combinados de gas natural y de la energía nuclear. La energía eólica ocupó la cuarta plaza en importancia por delante de la hidráulica, que ha tenido su segundo peor año en aportación al sistema de los últimos 13 años (el peor fue 2005, año de sequía).
En cada uno de los últimos tres meses del año ha decrecido la demanda de electricidad respecto al mismo periodo del año anterior, algo que no ocurría desde 1992.
WWF