Según WWF/Adena, Madrid fracasa en proteger al águila imperial

Tras más de 14 años de espera, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid ha presentado a información pública, en pleno periodo vacacional, un borrador del plan de recuperación del águila imperial. Según WWF/Adena este documento, para cuya elaboración no se ha contado en ningún momento con la participación de las asociaciones de conservación de la naturaleza, no protege el hábitat de la especie de su principal amenaza en Madrid: el continuo crecimiento de las urbanizaciones en su hábitat natural y, por ello, no protege adecuadamente la especie.

Las águilas imperiales de la Comunidad de Madrid suponen el 14% de la población mundial de la especie (datos de 2002). Tienen pues una importancia extraordinaria para su supervivencia y presentan una concentración inusual, dados el pequeño tamaño de la región y la fuerte urbanización que soporta. Según WWF/Adena el Plan de Recuperación de la especie debería fijarse tres objetivos fundamentales: 1) poner a salvo lo que aún queda del hábitat de una de las aves de presa más amenazadas del planeta; 2) conservar las mejores poblaciones de conejo en la Comunidad, de las que la Imperial depende como predador especializado; 3) Reducir la mortalidad actual, principalmente causada por venenos y tendidos eléctricos.

En cuanto al primer objetivo, el Plan sólo establece una protección incompleta para los montes que denomina áreas críticas, de las cuales hace una delimitación reducida. De esta protección parcial se excluyen, inexplicablemente, lugares de gran importancia en toda la Sierra de Madrid. Para el resto de áreas incluidas en el Plan -que denomina sensibles, por su importancia como zonas de alimentación, campeo o dispersión juvenil- no establece ningún tipo de protección frente a la amenaza del urbanismo y las obras públicas, pese a reconocer su importancia fundamental para la supervivencia de la especie.

Toda esta falta de salvaguardas frente a alteraciones irreversibles del hábitat deja claro que el Plan no pretende proteger muchos de los últimos reductos silvestres y bien conservados de la Comunidad, donde campean las águilas imperiales. Como ejemplo de algunas de las áreas excluidas del Plan, se pueden mencionar zonas de gran valor en Galapagar, Collado Villalba, Torrelodones, Moralzarzal, Colmenar Viejo o San Agustín de Guadalix. También destaca la exclusión de la zona de El Garzo en las Rozas, lindante con el Monte de El Pardo, de extraordinaria importancia.

El defecto más llamativo, aunque no único, respecto a la recuperación del conejo y su hábitat lo constituye la exclusión de las mejores poblaciones de conejo de la Comunidad, situadas al Sur y Suroeste de la Provincia, en los valles del Tajo y Tajuña, sobre suelos yesíferos. Estas poblaciones están fuertemente amenazadas por continuas reforestaciones, promovidas por la propia Consejería, que están alterando estos hábitats desde hace más de veinte años.

Por último, el Plan carece de un compromiso económico serio que lo haga creíble; un claro ejemplo de ello es la indefinición presupuestaria de medidas clave, como las relacionadas con el incremento de la vigilancia contra el veneno o con la reducción de mortalidad por tendidos eléctricos, principales causas de muerte de la especie en la Comunidad de Madrid.

Para Carlos Cano, del programa de especies de WWF/Adena: “El plan de recuperación del águila imperial en Madrid no garantiza la conservación de la especie, ya que carece de elementos básicos como la protección del hábitat”. Por ello, continúa el experto: “WWF/Adena exigirá a la Consejería de Medio Ambiente una profunda revisión de este borrador con la participación de las entidades conservacionistas”.

WWF/Adena

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