WWF pide al Ministerio de Industria que no proceda con sus planes de llevar la financiación de las renovables a los Presupuestos del Estado y que se apoye más su desarrollo para conseguir una paulatina eliminación de los combustibles fósiles del sector energético. Las razones por las que se rechaza esta propuesta son las siguientes:
Las incoherencias en la política energética del Ministerio de Industria y en la política medioambiental y de sostenibilidad del Gobierno.
WWF ve con preocupación la posición del Ministerio de Industria respecto a las renovables, ya que las propuestas que está haciendo para este sector son cada día menos coherentes con las políticas medioambientales y de sostenibilidad proclamadas por el Gobierno. Por un lado, se alaba su importante rol en la búsqueda de la sostenibilidad, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el relanzamiento de la industria española y su gran potencial exportador. Mientras que por otra parte, el Ministerio de Industria propone frenar las inversiones en el sector, ya que se pretende llevar su financiación a los Presupuestos del Estado, cuando todo el desarrollo que se ha conseguido hasta ahora ha sido gracias a que los fondos invertidos están respaldados por el impuesto para la diversificación energética incluido en la factura eléctrica.
Las renovables no son la causa del déficit tarifario
Achacarle el déficit tarifario, la diferencia entre el coste de generación de la electricidad y su precio de venta al consumidor, a las energías renovables es un despropósito y faltar a la verdad. Los 15.000 millones de euros que se han generado de déficit son únicamente debidos a que los sucesivos gobiernos desde el año 1996 no sólo no se han atrevido a subir la tarifa eléctrica para cubrir los costes de generación, sino que en algunas ocasiones incluso la han bajado para así poder maquillar tendencias inflacionistas de la economía.
Actualmente, el coste del kilowatio de electricidad para el consumidor doméstico es aproximadamente un 30% más barato que en el año 1996, tras ajustarlo por la inflación de estos últimos años. El hecho de haber reducido el coste de la electricidad también ha provocado un incremento constante y desorbitado en el consumo eléctrico (+72%), muy por encima de cualquier otro país europeo, y ha hecho inviable cualquier iniciativa de ahorro energético. Si los sucesivos gobiernos hubiesen aumentado la tarifa eléctrica para reflejar los costes reales de generar la electricidad, ahora no existiría el problema del déficit del sector eléctrico y se hubiera podido llevar a cabo medidas de ahorro y eficiencia energética. Pero aumentar la tarifa era una medida impopular y hubiera aumentado el indicador de la inflación.
Los 15.000 millones de euros del déficit tarifario no están causados por las renovables. Si se tiene en cuenta los siguientes factores, se llega a la conclusión de que en realidad en España hemos ahorrado más dinero gracias a las renovables que lo que se paga por ellas a través de la factura eléctrica:
Gas natural no importado para quemarlo en las nuevas centrales de ciclo combinado. Generar un MWh con gas natural en 2007 costó de media 42 euros, por lo que producir los 32,7 TWh que generaron las renovables hubiera costado 1.374 millones de euros (Datos del Ministerio de Industria).
Emisiones de CO2 evitadas al no quemar el gas. Las emisiones evitadas fueron 12,1 millones de toneladas de CO2. El valor de una tonelada de CO2 es de aproximadamente 20€, por lo que con la generación renovables se ahorraron 242 millones de euros. (Datos del Observatorio de la Electricidad de WWF, REE y Euronext. En 2007 por la sobreasignación de derechos de emisión en toda la UE el precio de la tonelada de CO2 fue inferior a 1€. En 2008 el precio medio está alrededor de los 20€ por tonelada).
Reducción del coste de la electricidad en el mercado al desplazar a las tecnologías más caras (al estar sujetas a primas las nuevas energías renovables entran siempre en el mercado, pero no determinan el coste final del mismo). Según estudios del sector eólico esta reducción en el coste de la electricidad podría sumar aproximadamente 1.000 millones de euros (Datos de la Asociación Empresarial Eólica).
En total, la sociedad española se habría ahorrado alrededor de 2.500 millones de euros, frente al coste de las primas a las renovables que en 2007 fueron de 1.367 millones de euros. En cuanto a puestos de trabajo, el sector da empleo a más de 90.000 personas entre puestos directos e indirectos (Datos de CCOO). Comparativamente, las minas de carbón dan empleo a 16.000 personas y llevan recibiendo ayudas económicas más de 30 años, frente a los menos de 10 que llevan siendo apoyadas las energías renovables.
Las eléctricas: nuestras renovables ya instaladas si, las futuras… ya veremos.
Las empresas del sector eléctrico son las que están presionando al Ministerio de Industria porque están viendo que, en un momento de contracción de la demanda eléctrica, las energías renovables, que tienen prioridad de acceso al mercado por su carácter más sostenible, están quitándoles cuotas de mercado a las tecnologías convencionales que queman combustibles fósiles. Hasta hace poco, la creciente instalación de energías renovables no era un problema, sino un buen negocio también para las eléctricas, porque la demanda eléctrica crecía por encima de la aportación de los nuevos parques eólicos y huertos solares. En consecuencia, las nuevas centrales de ciclo combinado de gas natural que ya se han construido se veían como rentables.
Pero actualmente el mercado eléctrico se está contrayendo, en los tres últimos meses la demanda total peninsular ha decrecido un 1,2%, por lo que invertir en nuevas renovables significaría quitar aún más mercado a las convencionales y, sobre todo, no poder amortizar las innumerables centrales nuevas de gas. Por eso, las empresas del sector han anunciado recortes en sus inversiones en renovables y apoyan la inclusión del sistema de apoyo a las renovables en los Presupuestos del Estado, ya que esta medida frenará también las inversiones de otros promotores por la incertidumbre que genera.
Si el sistema de primas se traslada a los Presupuestos del Estado, las renovables ya instaladas continuarán cobrando sus respectivas primas por estar respaldadas por el marco regulatorio actual, mientras que si cada año no se aprobaran nuevos fondos en los Presupuestos del Estado para nuevas instalaciones renovables estas no se harían, por lo que se podría paralizar el sector.
Según Heikki Willstedt, experto de WWF-España en Energía y Cambio Climático: “Para las renovables, este es el momento en el que hay que dar el paso y cruzar el umbral de lo anecdótico para entrar de lleno en la historia. Ahora que la crisis económica ha puesto las bases para una mayor sustitución de las antiguas y contaminantes fuentes de energía por las nuevas tecnologías renovables, no es el momento de sentir vértigo y echarse para atrás. Defender las antiguas centrales térmicas no va a crear ni un solo puesto de trabajo más, ni un solo euro más en exportaciones, mientras que apostar por las energías renovables pone las bases para un futuro energético español más sostenible, con más trabajo, con menos contaminación y más exportaciones.” Además añade que “cuando se acabe la actual crisis económica, España puede emerger como un país más competitivo, sostenible y más preparado para afrontar el doble reto del cambio climático y la seguridad energética si continua con su apuesta por las renovables o, por el contrario, volver a depender de las importaciones de combustibles fósiles y de la compra de derechos de emisión para cumplir con sus futuros objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora es cuando hay que dar el paso”.
Los datos más destacados de noviembre para el sistema peninsular son los siguientes:
La calidad medioambiental de la electricidad suministrada en la península es mejor que la del periodo de referencia, con menos CO2 y residuos radioactivos por kilowatio producido.
La generación de electricidad de las centrales eléctricas peninsulares respecto al mismo mes del año pasado ha decrecido en un 2,99 % y la demanda lo ha hecho en un 2,94.
La energía eólica ha producido el 14,1% de la electricidad del sector eléctrico peninsular mientras que la hidráulica producido un 6,3% este mes.
Una exportación neta de un 4% de la generación eléctrica a nuestros países vecinos.
Las emisiones hasta noviembre han decrecido en un 15,8%, principalmente por el aumento en la generación eólica y la disminución del uso del carbón a favor del gas natural en las centrales térmicas.
WWF Adena
Queda claro que, como siempre, el pez grande se como al chico por mucho que éste proteste.