Afirmó que es necesario marcar la Política Agraria Común (PAC) como una «prioridad» y apostar por una mayor orientación al mercado y transparencia en la cadena alimentaria, además de mejorar la competitividad y la capacidad tecnológica. «Puede existir una buena investigación agraria en las Universidades, pero esos desarrollos no llegan al agricultor», añadió Baecke, quien insistió en la necesidad de mejorar esos vínculos.
Baecke insistió en que se está «ignorando» lo que los agricultores pueden hacer para favorecer la sostenibilidad y evitar el cambio climático, una situación donde «sería necesario tener en cuenta que este profesional debe tener una renta». Así, instó a que los políticos otorguen un apoyo a la inversión de los jóvenes agricultores y apliquen las medidas puestas en marcha.
En la misma línea, se mostró el vicepresidente de la sectorial de Jóvenes Agricultores de Asaja-Sevilla, José Manuel Rojas, quien explicó que el número de agricultores menores de 35 años asciende al 6,1% del total de trabajadores del sector en Europa, una tasa que desciende hasta el 4,5% en España, una cifra similar a la experimentada en Andalucía.
Así, Rojas apostó por el apoyo a un relevo generacional «fundamental» para la pervivencia del sector que se ve perjudicado ante un área «que no es apetecible por las complicaciones para acceder a él donde no hay ayudas».
Por su parte, el secretario general de Asaja-Sevilla, Miguel Afán de Ribera, lamentó que no se pueda plantear políticamente una PAC «fuerte», al existir ayudas «ridículas de base, con unos cien euros por hectárea». Además, criticó que no se lleve a cabo la aplicación de los fondos europeos existentes al ser cofinanciados, ya que «si no existe aportación de la Administración nacional y regional, este dinero no llega».
Europa Press