Si no se garantiza agua para riego la pérdida de los cultivos de hortalizas de invierno es inminente

Cuando queda escasamente un mes para que finalice el año hidrológico, sólo se han trasvasado desde la cabecera del Tajo a nuestra cuenca 38 Hm3 de agua para regadío de los 65 Hm3 que había previsto el Ministerio de Medio Ambiente

Se debería permitir, por razones de emergencia social, la explotación controlada para regadío de determinadas reservas catalogadas como estratégicas. También, los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP, deberían pactar la posibilidad de modificar coyunturalmente el artículo 23 del Plan Hidrológico del Tajo en lo que afecta a la imposibilidad de trasvasar agua por debajo de los 240 Hm3.

Queda menos de un mes para que finalice el año hidrológico en el que estamos soportado una espantosa sequía, ya que a lo largo del mismo sólo se han trasvasado a nuestra cuenca 38 Hm3 de agua para regadío –recordemos que el propio Ministerio había previsto un máximo de trasvase para todo el año de 65 Hm3-, dándose la circunstancia de que en la cabecera del Tajo las reservas existentes rozan los famosos 240 Hm3, cantidad que impide cualquier trasvase según el artículo 23 del Plan Hidrológico del Tajo.
Desde todos los ámbitos que tienen que ver con el sector agrario murciano, hemos repetido hasta la saciedad que es a finales de agosto y, especialmente, durante el mes de septiembre, cuando se han de realizar las principales plantaciones de hortalizas con las que nos jugamos gran parte de toda la actividad económica del Valle del Guadalentín y del Campo de Cartagena, en especial alcachofas, bróculi, lechugas, habas, coles, apio, etc., de la que depende el desarrollo social pues son estas producciones las que permiten la mayor parte del empleo que se genera, tanto en el campo como el los almacenes de manipulado y en las diferentes empresas de servicios y transporte.
Lamentablemente, la crisis ya está aquí y la peor de las previsiones se está ya haciendo visible pues se ha dejado de plantar en el Valle del Guadalentín y en el Campo de Cartagena del orden del 50-60% de lo habitual, poniéndose en peligro incluso el abastecimiento a la industria conservera regional, esencialmente de alcachofa.
Si alguien se cree que nuestra Región puede soportar una crisis económica, social y laboral de tal calibre, está muy equivocado, por lo que a esta crítica situación ha de hacérsele frente con medidas de excepción que han de ser adoptadas, esencialmente por el Gobierno de España. Ya, el Comité de Crisis de la sequía ha demandado medidas de tipo económico tales como aplazamientos del pago de amortizaciones e intereses en los Planes de Modernización de Regadíos, exenciones de las tarifas y cánones del agua de riego, exención del IBI de rústica para las tierras que no se hayan podido regar y se hayan cultivado como de secano, solución para los jóvenes incorporados a la actividad agraria que no puedan cumplir con el compromiso de mantenimiento de la actividad durante cinco años exigible para la disponibilidad de créditos, la promulgación urgente del Decreto de Sequía, y un largo etc., pero lo que en verdad se necesita es agua para regar, por lo que COAG Murcia exige a las Administraciones central y autonómica, cada una en el ámbito competencial que le corresponda, la adopción de medidas de emergencia que permitan disponer de esa agua sin la cual en desarrollo regional se vería seriamente dañado.
Entre tales medidas, además de intensificar la puesta en funcionamiento de más pozos de sequía, se debería de contemplar la posibilidad de disponer de agua de otras cuencas que hoy se encuentran en posición menos crítica que la del Segura, como es el caso de la del Júcar y, especialmente, la del Guadalquivir, de la que podríamos disponer de algunos caudales a partir de la conexión Negratín-Almanzora
También se debería de permitir, por razones de emergencia social, la explotación controlada para regadío de determinadas reservas catalogadas como estratégicas, quedando también la posibilidad de que los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP, pacten la posibilidad de modificar coyunturalmente el referido artículo 23 del Plan Hidrológico del Tajo en lo que afecta a la imposibilidad de trasvasar agua por debajo de los 240 Hm3.
De no ponerse en marcha estas u otras medidas que desde la Confederación Hidrográfica puedan apoyar, nos veríamos abocados a una situación límite en la que no se pueden descartar reacciones de protesta que pueden derivar en graves conflictos sociales, salvo que las plegarias a las que últimamente están recurriendo los regantes, den sus frutos en forma de abundantes lluvias.

COAG-MURCIA

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