UPA-Andalucía demanda a la Consejería de Agricultura y Pesca que reactive un plan de apoyo al sector del porcino teniendo como base el firmado entre la mencionada Consejería y UPA-Andalucía en febrero de 2008 en el que se concedían ayudas a los ganaderos andaluces en forma de bonificación parcial de los intereses a préstamos preferenciales con una cuantía máxima de 40.000 euros y una mínima de 3.000 Euros y estableciendo un límite de 300 Euros por UGM. Así, UPA-Andalucía reclama la creación de esta línea de financiación especial, con subvención de los intereses, para que los ganaderos puedan sacrificar sus animales, mantener los productos de los mismos en curación durante el tiempo necesario y poder resistir de este modo la histórica crisis del sector.
La situación de crisis de precio que sufre el sector es insostenible para los ganaderos, que se encuentran en unas condiciones muy delicadas. Esta realidad se remonta a más de un año atrás, puesto que durante el año 2007-2008 se cotizaba a un precio aproximado de 27.04-27.50 €/arroba, mientras que a lo largo del presente curso 2008-2009 el precio está en torno a 18€/arroba, acuciado con una clara tendencia a la baja; de este modo, el precio de la arroba ha descendido en este último año un 33% -lo que corresponde a 9€/arroba-, situación que se avista aún más insostenible si se tiene en cuenta que se ha producido un aumento en los costes de producción, principalmente en los piensos con una subida de en torno al 20%.
En el curso actual, la pérdida económica por un animal de 14 arrobas (peso adecuado para matadero) es de 126 Euros, lo que supone una pérdida económica de 25.200 Euros para una explotación familiar de porcino ibérico de 200 animales. En la actualidad son pocas las transacciones comerciales de compra-venta de animales -están prácticamente paralizadas- y cuando se plantean operaciones, las condiciones de las industrias son muy complicadas de aceptar debido a que pretenden pagar entre los seis meses y el año posterior a la compra. Dada esta inadmisible situación podemos encontrar muchos cochinos que no tienen comprador, mientras que los ganaderos asumen el peligro de que éstos se queden sin vender. Con este panorama, los propios ganaderos han decidido llevar a cabo sus propias matanzas (previo acuerdo con algunos mataderos), para poder vender sus productos dentro de tres años y solventar así parte de las pérdidas que se presuponen ante la ausencia de compra de cochinos.
Las causas de esta crisis son muy diversas como es la falta de financiación bancaria para poder asumir las compras de animales; el exceso de producción (son muchos los ganaderos de cerdos de piensos que han dejado sus primales para la montanera, lo cual ha provocado un aumento del número de animales en las explotaciones); la incertidumbre y el miedo debido a la crisis financiera y económica; y el hecho de que algunos industriales se estén aprovechando de la actual coyuntura para proponer precios de compra muy baratos y, a la postre, vender productos como el jamón a precios más altos dentro de tres años.
UPA Andalucía