Remitido por FAO:
«Evidentemente, las pesquerías de los países damnificados necesitan una gran labor de reconstrucción, pero hay que llevarla a cabo con responsabilidad y previsión, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector y su contribución constante a la lucha contra la pobreza y a la seguridad alimentaria», declaró Ichiro Nomura, Subdirector General de la FAO en el Departamento de Pesca.
Por capacidad pesquera, en general, se entiende la aptitud de una flota de barcos para capturar peces. Está compuesta por el número de barcos, sus dimensiones, el tiempo que pasan pescando y la tecnología que utilizan.
El exceso de capacidad suele conducir al exceso de pesca, y ésta puede dañar las poblaciones de peces y destruir las pesquerías.
Hay que evitar reproducir los problemas
La FAO señala que la capacidad pesquera que se restablezca en la zona de los tsunamis no debe superar en general los niveles anteriores al desastre, y que en algunos lugares incluso habrá que reducirla.
Mantener la actividad pesquera en equilibrio con la capacidad de sostenerse de las poblaciones locales de peces contribuirá a garantizar que se mantenga la productividad de las pesquerías regionales, a fin de que las futuras generaciones puedan obtener de ellas alimentos e ingresos.
«Si se introducen nuevos barcos y equipo de pesca desde el exterior de la región, sin una planificación atenta, existe un peligro real de que se produzca un exceso de capacidad pesquera, lo que causaría más daño que beneficios», señala Nomura.
Asimismo, la utilización de barcos y aparejos de pesca inadecuados podrían ser perjudiciales para el medio ambiente y causar más daños en el hábitat submarino, añadió.
La FAO también advierte que los barcos y el equipo nuevos deben adecuarse a las costumbres, condiciones y capacidad productiva de la pesca local. En caso contrario, los costos de operación de los pescadores podrían terminar siendo superiores que sus ingresos y excluirlos de la actividad.
Las autoridades podrían considerar el establecimiento de períodos de introducción gradual de los nuevos barcos y aparejos de pesca, a fin de evitar que se produzca un exceso de capacidad y se tenga tiempo de evaluar las repercusiones producidas por equipos que antes no se utilizaban en la región, recomienda la FAO.
Restablecer la capacidad pesquera sólo en la proporción adecuada a la sostenibilidad de las poblaciones de peces puede significar que algunos pescadores tengan que dejar de pescar y encontrar otros medios de subsistencia, reconoció la Organización. Para amortiguar este golpe sería necesario impartir formación vocacional e invertir en nuevas empresas locales.
La ayuda inadecuada puede crear problemas
Además, la FAO advirtió que las donaciones de ayuda de otras regiones pueden crear problemas logísticos a los países receptores.
«Es encomiable la generosidad de los que desean ayudar, pero no todos los tipos de barcos y equipo son útiles y muchos terminarán por ser desechados, a la vez que el envío e inventario, evaluación y almacenamiento del equipo consume tiempo, recursos y energías que no se pueden malgastar», explica Nomura.
Señaló también la necesidad de recurrir, siempre que sea posible, a los astilleros y proveedores locales para el abasto de nuevos barcos.
FAO