La FAO ha entregado semillas y aperos de labranza a los campesinos de las montañas de Nuba -una zona situada en los territorios controlados por el gobierno y el Movimiento de Liberación Popular del Sudán (SPLM)- para el restablecimiento de la actividad agrícola y la construcción de presas, bancos de semillas y viveros comunitarios.
Alrededor de 150 000 personas, en las zonas controladas por uno u otro bando, se beneficiarán de los proyectos de la FAO para el restablecimiento agrícola de la región.
Desde Kadugli, ciudad bajo control del gobierno, la FAO distribuyó por carretera madera, cemento, metal, carretillas y regaderas a los agricultores que viven en el territorio del SPLM, a través de los puntos de control de la Comisión Militar Mixta en la ciudad fronteriza de Kauda.
«Ayudar a los campesinos en esa zona de conflicto es una contribución importante al proceso de reconciliación política y social», declaró Anne Bauer, Directora del Departamento de Operaciones de Emergencia y Rehabilitación de la FAO.
«Los proyectos de emergencia de la FAO se basan en el criterio de necesidad de sus destinatarios y abarcan sea las zonas en manos del gobierno que las controladas por el SPLM- explica Bauer-. Para las familias campesinas, en las que el conflicto se ha cebado durante años, la distribución de equipos agrícolas básicos y la formación sobre el uso de nuevas herramientas representan una oportunidad para construir el futuro».
Los agricultores de las zonas del SPLM y de las controladas por el gobierno han recibido también aperos de labranza fabricados por herreros locales y semillas de cacahuetes, sésamo, judías de careta, maíz y sorgo, con variedades de maduración temprana y resistentes a la sequía introducidas por la FAO para reducir el peligro de malas cosechas.
Aproximadamente el 85 por ciento de la población de las montañas de Nuba, desde 1985 territorio de conflicto y enfrentamientos civiles, depende de la agricultura y la cría de animales.
Transportes más baratos y más beneficiarios
La agricultura tradicional de la zona está gravemente afectada tras casi 20 años de guerra, éxodo masivas de familias campesinas y un territorio sembrado de minas. Los niveles de inseguridad alimentaria son muy altos entre los más de 50 grupos tribales que viven en la zona.
El puente aéreo, muy caro como medio de transporte, era hasta hace poco la única forma de distribución de la ayuda de emergencia, debido a la inseguridad y a la ausencia de infraestructuras en las zonas controladas por el SPLM.
El acuerdo de alto el fuego firmado en 2002 entre el gobierno y el SPLM garantizó la seguridad del paso de los socorros de emergencia por tierra a través de las montañas de Nuba.
Esta forma de transporte, barata y con camiones locales, permitió a la FAO duplicar el número de sus beneficiarios.
Paz y agricultura
La FAO interviene en la actualidad en más de 20 proyectos de ayuda de emergencia y rehabilitación en el territorio sudanés.
En Kassala, a 18 Km al oeste de la frontera con Eritrea, la FAO colabora con la organización nacional no gubernamental Intermediate Technology Development Group (ITDG) en la limpieza y restauración de 600 pozos que fueron gravemente dañados cuando el río Elgash arrasó la ciudad en julio de 2003.
En Malakalm, ciudad del estado del Alto Nilo, la FAO da cursos de formación sobre la conservación y la elaboración del pescado a los prófugos internos y a los repatriados. La comunidad local podrá así mejorar las reservas y la disponibilidad de pescado barato como fuente de proteínas, sobre todo durante el período comprendido entre las primeras lluvias y las primeras cosechas, cuando escasean los alimentos.
En el estado de Bahr El Jabel, la FAO financia cursos de formación y facilita láminas de metal a los herreros de Juba para fabricar aperos de labranza tradicionales. Estos aperos se distribuyen, junto con variedades locales de semillas, a los prófugos internos y a los grupos de autoayuda de mujeres a través las ONGs locales.
Las operaciones de la FAO en Sudán están financiadas por Bélgica, Canadá, la Comisión Europea y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Italia, Japón, Holanda, Noruega, Suecia y Estados Unidos
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