El Departamento de Medio Ambiente de Navarra liberó ayer en el río Bidasoa los 9.876 salmones marcados esta temporada en la piscifactoría de Oronoz Mugaire y que corresponden al cultivo de la cosecha de 2000. Los técnicos del Guarderío de Medio Ambiente han soltado los ejemplares, con la colaboración de varios miembros de la Asociación de Pescadores de Bera, junto a la presa de Endarlatza, dando así por finalizado el trabajo que comenzó en diciembre de 2000 con la fecundación de los huevecillos.
A este último paso del proceso de recuperación del salmón del Bidasoa, que llevará a los esguines hacia el mar tras vivir durante 14 meses en la piscifactoría, ha acudido el consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, Javier Marcotegui Ros, quien ha estado acompañado por el jefe de la Sección de Ecosistemas y Ecología del Paisaje, Manuel Lamuela Aguado.
Los técnicos del Departamento han realizado durante esta mañana en varias ocasiones el trayecto desde la piscifactoría de Oronoz hasta la presa de Endarlatza. Allí, los peces han sido depositados en las aguas del río Bidasoa en sucesivos trasvases de los camiones cisterna al río. Los esguines se han ubicado en Endarlatza para evitarles los peligros que supone el descenso del Bidasoa, un río muy explotado por centrales hidroeléctricas, en cuyos canales suelen quedar atrapados muchos jóvenes salmones. Cabe recordar que los técnicos del Departamento marcaron durante los días 5 y 8 de febrero los 9.876 ejemplares pertenecientes al “cultivo” de salmones de la “cosecha” de 2000, un total de 876 ejemplares más que los marcados la pasada temporada.
El sistema consiste en implantar en el hueso nasal del pez una micromarca codificada de acero de 1,1 milímetros, que contiene seis códigos binarios que permiten reconocer a los salmones, incluso de manera individual. En concreto, durante el pasado año 2000 el Departamento controló el regreso de 219 salmones al río Bidasoa.
La repoblación del salmón comenzó en 1972, con huevecillos o jaramugos de primavera procedentes de los cultivos de Anoz. Pero fue a partir de 1989 cuando comenzó a funcionar la estación de Oronoz Mugaire, con cultivos propios e introduciendo en el río pre-esguines ya marcados y a punto de regresar al mar. La campaña de repoblación y marcaje del salmón del Bidasoa comenzó en 1989, con el objetivo de controlar la efectividad de las repoblaciones y conocer cuántos peces regresan. La señal de alarma surgió tras el drástico descenso de la pesca del salmón en el río, que se produjo los últimos años de la década de los años 1960 y principios de los 70.
Tras varios años de caída continua, 1982 supuso un punto de inflexión, ya que ese año no se logró pescar ni un solo ejemplar. Desde 1989 hasta 2001 se han marcado 97.904 salmones y se ha controlado el regreso de 3.603 ejemplares. Durante estos doce años se ha conseguido recuperar al salmón en el Bidasoa, después de que en 1982 saltara la señal de alarma cuando no se logró pescar ni un solo ejemplar. LOS SALMONES MARCADOS Los 9.876 esguines liberados llevan implantada en el hueso nasal una micromarca codificada de acero de 1,1 milímetros, que contiene seis códigos binarios que permiten reconocer a los salmones.
De hecho, en 1998 varias pescaderías comerciales de Irlanda encontraron 10 salmones con la micromarca 235001, perteneciente al cultivo de la piscifactoría de Oronoz Mugaire de 1996. Habían sido pescados en el Mar de Irlanda. Asimismo, durante el mes de junio de 1999 fueron capturados en el Mar de Irlanda tres salmones nacidos en la piscifactoría de Oronoz-Mugaire en el año 1997. Existe un control internacional que permite el seguimiento de estas micromarcas codificadas. Se trata de un sistema reconocido en el mercado mundial, ya que casi todos los países utilizan las micromarcas de la empresa Nord West Marim Tecnology (NMT), quien asigna a cada país o cuenca de río un código específico. Así, España es la agencia número 23 (para todos los ríos salmoneros españoles) y la data 50 corresponde al Bidasoa.
Los siguientes dos dígitos distinguen el año en el que ha sido marcado el salmón. Los 9.876 salmones podrán regresar al río en diferentes momentos de su vida. Así, se podrá distinguir entre los que regresarán tras un invierno en el mar (añales) con un peso de 1,5 a 2,5 kilos, y los que volverán al río tras dos o más inviernos (salmones multiinviernos) con un peso superior a los cuatro kilos. Junto al marcado de los salmones, la piscifactoría de Oronoz Mugaire también repuebla el Bidasoa en junio, cuando se sueltan en el río el 80% de los huevecillos fecundados en diciembre en forma de alevín o jaramugo de primavera (5 ó 6 centímetros). Estos ejemplares se colocan en todo el río hasta la presa de Ezkurra. En el año 2000 su número fue de 35.000, y desde 1989 se ha repoblado el Bidasoa con unos 740.000 alevines propios de la piscifactoría de Oronoz. A partir de este momento, y hasta la llegada del mes de junio, la piscifactoría seguirá trabajando con salmones, tanto con el cultivo del 2001 (del que se han obtenido 126.850 huevecillos) como en el plan de recuperación de las salmonas reproductoras, también conocidas como zancados. Ésta es la segunda campaña en la que se ha mantenido en los estanques de la piscifactoría a las hembras utilizados para la reproducción con el objetivo de recuperarlas.
Este plan consiste en enseñar a comer de nuevo a los zancados, ya que desde que el pez llega al río para reproducirse no come, con la consiguiente atrofia del intestino y su posterior muerte. Al volver a comer, estos peces continúan con su función reproductora durante cuatro temporadas más, con lo que se logra rentabilizar los recursos del río.
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