En este caso se han contabilizado trece ejemplares vivos de lapa ferrugínea, un molusco en peligro de extinción en clara regresión en la mayor parte de su distribución, restringida al Mediterráneo occidental. El último ejemplar vivo conocido de la especie en Almería se detectó en 1992 en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Desde entonces este molusco estaba considerado extinto en el litoral peninsular almeriense, restringiéndose su presencia en el litoral costero de Almería a la Isla de Alborán.
Una vez localizadas, se ha elaborado una ficha de cada una de las lapas con toda la información de interés de la especie como el tamaño, la fauna y la flora acompañante y la ubicación exacta. Para ello se han empleado dispositivos GPS cuyas coordenadas han quedado registradas en la ficha junto a diversas fotografías de cada uno de los animales con el fin de tenerlos perfectamente localizados, estudiar su comportamiento y ejecutar las oportunas medidas de conservación.
Este molusco se encuentra presente en todas las provincias costeras de Andalucía a excepción de Huelva y la conservación de todos sus ejemplares resulta fundamental para la supervivencia de la especie y para el mantenimiento de la biodiversidad del medio marino.
En ‘peligro de extinción’
La lapa ferrugínea o ferruginosa es un molusco de la clase de los gasterópodos que vive sobre las rocas, normalmente en la zona influenciada por las mareas. En ocasiones se encuentra sumergida y otras completamente emergida. Esta lapa es se encuentra en el mar Mediterráneo, exclusivamente en su cuenca occidental. Su límite oeste lo constituye el Estrecho de Gibraltar y es una de las seis especies de lapa que habitan en el litoral de Andalucía.
Se trata de una especie muy amenazada que es especialmente sensible a la contaminación del mar con sustancias tóxicas de varios tipos. Otras amenazas de carácter antrópico pasan por la destrucción de rocas naturales donde se asienta y por el marisqueo ilegal que algunos bañistas llevan a cabo en época estival. Además de prohibidas, actividades de este tipo pueden conllevar riesgos para la salud humana pues el animal recolectado puede acumular en su organismo sustancias tóxicas.
Este molusco amenazado está protegido por la legislación autonómica y nacional y está “en peligro de extinción” según los Catálogos Nacional y Andaluz de Especies Amenazadas. Además, está incluida en el Anexo II del Convenio de Barcelona y en el Anexo IV de la Directiva Hábitat.
La captura o posesión de ejemplares de esta especie es una falta muy grave para la que la Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestre contempla multas de entre 60.000 y 300.000 euros.
Junta de Andalucía