La Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, en la presentación del informe World Energy 2008 realizado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ha destacado que cada vez es más evidente que el factor determinante del actual modelo energético contribuye a incrementar el efecto invernadero sobre el planeta.
Así se desprende del informe de la AIE sobre prospectiva energética que señala que la demanda mundial de energía puede llegar a crecer hasta el 45% en el 2030 y que el 80% de esta demanda se cubra con combustibles fósiles. El mismo apunta a que esta situación nos conduciría a un aumento de las emisiones de CO2, relacionadas con las actividades energéticas, del 45 %, por lo que la temperatura del planeta aumentaría una media de 6 ºC, a finales del siglo XXI, cifra insoportable para nuestro sistema climático.
Por esta razón, Teresa Ribera ha hecho hincapié en la responsabilidad y ha pedido audacia para aprovechar la oportunidad de contribuir desde cada uno de los sectores a cambiar el actual modelo energético hacia una sociedad baja en carbono.
Para la Secretaria de Estado alcanzar un acuerdo multilateral sobre el clima en la próxima reunión de Copenhague es un paso esencial en el camino para alcanzar un sistema sostenible de energía, no sólo por razones ambientales, sino también por razones económicas.
Por eso ha recalcado que esto exigirá políticas innovadoras, un marco jurídico reglamentario adecuado, un impulso al desarrollo del mercado mundial del carbono y mayores inversiones en I+D+i en el tema de energía.
MARM
Cuando arrecia el temporal económico, afluyen argumentos para la general distracción del público. Y el cambio climático es noticia que nunca falla. Teresa Rivera, burócrata de cuota, agradece su asiento. Observen que por medio de un dato aproximativo, no cierto, concluye con el advenimiento de una catástrofe: el aumento del 45 % de emisiones de CO2 puede provocar incrementos de hasta 6º la Tª en algunas zonas. No pasará mucho tiempo sin que otra persona gubernamental diga que la costa oeste del Mediterráneo es la más sensible. Pero tranquilidad, porque esta crisis económica que complace a tanta gente, producirá disminución del progreso y del bienestar a costa, entre otros, del bajonazo de la actividad productiva, ergo descenderán los niveles de contaminación por combustión de fósiles.