Trabas administrativas están acabando con las exportaciones de aceitunas de mesa rellenas a Rusia

Rusia es uno de los principales mercados para la aceituna de mesa de España, sin embargo, sus requerimientos administrativos y sus exigencias en materia de control sanitario están paralizando las exportaciones españolas de aceitunas rellenas de productos de origen animal, como es el caso de la anchoa, el marisco o el jamón, entre otros.
El origen del problema se remonta a 2004, año en el que la Unión Europea “olvidó” incorporar los productos alimentarios compuestos, es decir, los productos vegetales alimentarios con pequeñas cantidades de carne o pescado, en su acuerdo comercial con Rusia. Desde entonces, para poder efectuar exportaciones de aceitunas rellenas de productos de origen animal es necesario un complejo certificado veterinario.

“Tras las esfuerzos realizados desde ASEMESA, el Gobierno Español y Bruselas, la situación pareció suavizarse durante algunos años, pero desde principios de 2009 se ha recrudecido”,
comenta Antonio de Mora, director-gerente de la Asociación. Y es que, según de Mora, el citado certificado lo emiten los inspectores veterinarios del MARM, los cuales, a su vez, supeditan la concesión del mismo a la emisión de otro previo en unas condiciones especiales que dependen de cada comunidad autónoma, lo que según el director-gerente de la Asociación, “deja los permisos en manos de la subjetividad de los inspectores, que no siempre tienen instrucciones claras sobre cómo actuar”. “La ausencia de un procedimiento único, ágil y sencillo está provocando el cese de las exportaciones ante la imposibilidad de salvar estas barreras administrativas”, sentencia.
De hecho, de Mora denuncia que ante la citada situación se está dejando de hacer envíos, lo que se traduce en un volumen de 3.000 toneladas, con un valor que ronda los 10 millones de euros. “Es inadmisible que en un momento como el actual, uno de los pocos sectores agroalimentarios que introduce divisas en España y sigue creando empleo, se vea abocado a paralizar su actividad por un tema puramente burocrático. Es un problema muy grave que si bien afecta a todas las comunidades productoras, se está cebando sobre todo con industrias andaluzas y extremeñas, por lo que necesitamos urgentemente la colaboración de la Administración, en especial, de las autonómicas”.

Según el gerente de ASEMESA, la dimensión del conflicto sigue creciendo, ya que las aduanas de países de marcada influencia rusa, como es el caso de Bielorrusia, están comenzando a exigir los mismos requerimientos.
Antonio de Mora recuerda no obstante que, las características y cantidad del ingrediente de origen animal que constituye el relleno de las aceitunas “nunca ha estado ni debería estar sometido a este tipo de certificado, tal y como establece la legislación comunitaria”.
ASEMESA representa al sector aceitunero desde hace 90 años, integrando a la industria dedicada a la elaboración, comercialización y exportación de la aceituna de mesa en España. Sus empresas asociadas proceden de Andalucía, Valencia, Cataluña y Extremadura y en total las operaciones de éstas superan el 70% de la facturación del sector aceitunero.

Asemesa

Deja una respuesta