Nota de ASAJA Salamanca
ASAJA SALAMANCA se muestra satisfecha tras conocer la resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia en la que se reconoce que la Asociación de Industrias Cárnicas (AICE), la Federación Catalana de Industrias Cárnicas (FECIC) y la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas (APROSA) incurrieron en una práctica restrictiva de la competencia al recomendar a otros mataderos y salas de despiece asociados que derivasen directamente a los ganaderos el coste de retirada de harinas cárnicas excluyendo, de esta manera, la libre iniciativa empresarial.
Desde ASAJA queremos hacer pública la sanción impuesta a las tres implicadas para que en un futuro, según dicta el Tribunal, se abstengan de adoptar decisiones semejantes que interfieran en la libertad de actuación de otras industrias alterando el segmento de producción y transformación del vacuno perjudicando con ello directamente al ganadero. El tribunal ha impuesto a las tres autoras implicadas una multa de 10.000 euros y la publicación, en un plazo de dos meses, de esta resolución en el BOE y en la sección de economía de los dos diarios de mayor tirada nacional.
El origen de esta reclamación data de enero de 2002 cuando, ante la necesidad de regular los incidentes sanitarios y económicos derivados de la EEB -los productos y despojos cárnicos no se podían comercializar-, surgió la polémica sobre quién o quiénes deberían asumir los gastos de eliminación de los MER. Las asociaciones denunciadas incurrieron entonces en una práctica restrictiva de la libre competencia comunicando a sus mataderos asociados que «la solución más viable sería, sin duda, trasladar ese coste a los ganaderos.» Fue entonces, el 31 de enero de 2002, cuando ASAJA decidió, junto a siete asociaciones ganaderas, denunciar la situación ante el Servicio de Defensa de la Competencia y hoy, por fin, podemos comunicar oficialmente que esta sentencia da la razón a todos los ganaderos.
A este respecto, en ASAJA SALAMANCA exigimos que sean las industrias cárnicas y comercializadoras quienes asuman los costes de los MER y no los ganaderos, como se está haciendo hasta el momento, porque de no ser así resulta complicado dotar de cierta rentabilidad al largo proceso de mantenimiento de una cabaña de vacuno. Esperamos que resoluciones como estas sienten un precedente en quiénes deber ser los verdaderos responsables en el gasto de eliminación de los despojos cárnicos.
ASAJA Salamanca