Trescientas cincuenta vacas se escaparon cuando se iban a sanear y no se han recuperado

vacas

Estos pastos se encuentran absolutamente esquilmados por la elevada carga ganadera que estaban soportando y se habían creado fuertes tensiones vecinales porque llevan dos años sin pagar la renta a la Junta Vecinal ni las tasas de aprovechamiento a la Junta. Es un episodio más de la situación de descontrol de esta ganadería, de un censo de 700 cabezas –entre bueyes, toros y vacas-, orientada a la producción de carne de buey, que entró en concurso de acreedores el pasado año.

ASAJA ha denunciado en reiteradas ocasiones, ante los medios de comunicación y las autoridades competentes, en particular la Junta de Castilla y León, el riesgo sanitario para las ganaderías de la comarca ya que en la explotación nunca se ha podido sanear la totalidad de los efectivos y además ha resultado positiva a tuberculosis y brucelosis, por lo que se encuentra oficialmente “inmovilizada”.

Independientemente de que, como dicen los responsables de la custodia del ganado, los animales se hayan escapado como consecuencia de un acto vandálico por el que se habrían destruido importantes tramos de alambrada, ASAJA considera que ni va a ser posible recuperar a la mayoría de los animales, ni es posible retenerlos de nuevo en unas fincas en las que el pasto está agotado, por lo que, salvo con una intervención subsidiaria de la Juta de Castilla y León, los animales estarán los próximos meses ocasionando importantes pérdidas económicas a otros ganaderos, siendo las más relevantes las que tienen que ver con la sanidad animal.

Se da la circunstancia que estaba programado un nuevo chequeo dentro de las actuaciones de la campaña oficial de saneamiento ganadero que no se pudo efectuar al escaparse el ganado la noche anterior y se ha pospuesto sin fecha.

Para entender estos episodios, hay que conocer que se trata de una raza de carácter huidizo y que estos animales viven en el monte en terrenos muy agrestes y con gran vegetación. También es factor a tener en cuenta que los animales están bajo la vigilancia de unos cuidadores que trabajan para una empresa que ha reducido medios y personal y que tiene todos los problemas laborales imaginables propios de una situación concursal.

ASAJA

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