Esta repulsa categórica a dicho documento, se alinea con el resto de organizaciones profesionales agrarias y de cooperativas del resto de países productores europeos, tras la reunión del COPA-COGECA celebrada el pasado miércoles 6 de junio en Bruselas, al que acudieron representantes de UCAMAN y de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España.
Las razones fundamentales por las que UCAMAN no acepta bajo ningún concepto la propuesta comunitaria y solicita su retirada, son por un lado la alarmante carencia de medidas e instrumentos para mejorar la competitividad del sector, muy especialmente de los viticultores y las cooperativas, y por otro lado por la traumática desaparición de las medidas de mecanismos de mercado (destilación de uso de boca y de subproductos, almacenamientos privados, ayuda al mosto, etc.) desde el primer momento, sin dar alternativas que posibiliten el desarrollo de acciones encaminadas a posicionar a nuestras explotaciones y bodegas en un nivel competitivo suficiente en el mercado mundial.
Para UCAMAN es inaceptable que tras el esfuerzo social y económico realizado, especialmente en la última década, por los viticultores y bodegas, por un lado para adaptar el manejo de sus explotaciones a variedades de vid adecuándolas al mercado, y por otro, dotarse de las más modernas instalaciones de elaboración con los últimos avances tecnológicos para la obtención de vinos de máxima calidad, de repente la Comisión se desmarque con una propuesta de OCM autodestructiva, sin medidas que apoyen la creación de estructuras comerciales que rentabilicen dichas inversiones, pudiendo echarlas por tierra sin que puedan dar los frutos deseados, al no instrumentar medida alguna dentro de la dotación presupuestaria de los “sobres nacionales” que la Comisión propugna.
Impacto sociológico y medioambiental
Tampoco se entiende desde UCAMAN, lo que supondría la aplicación de la OCM en zonas vitivinícolas más sensibles y en las que la vid y el vino son el motor de desarrollo, la mayor fuente de riqueza, donde mayor población se asienta y más empleo directo e indirecto se genera, al aplicar un arranque masivo de viñedo que puede provocar el despoblamiento de municipios que viven básicamente de este cultivo, el aumento del desempleo y la disminución de las rentas de los habitantes de zonas como Castilla-La Mancha; sin olvidar el impacto medioambiental que supondría en nuestra región el abandono de grandes superficies con una cubierta vegetal constante que están evitando en gran medida el avance de la desertificación y sus consiguientes consecuencias colaterales.
Por tanto, UCAMAN quiere manifestar que será responsabilidad de la Junta de Comunidades y del Ministerio de Agricultura si permiten que la Comisión Europea adopte finalmente la propuesta de reforma que en estos momentos circula, que en todo caso lo será con la absoluta, firme y rotunda oposición de las cooperativas de Castilla-La Mancha y España y del resto del sector productor.
Hacemos un llamamiento a la Junta de Comunidades y al Ministerio de Agricultura para que salgan de la actitud pasiva, indolente y hermética que vienen manteniendo: sin coordinación ni interlocución sobre el tema, con el sector vitivinícola, sin posición conocida ante los documentos que va sacando la Comisión Europea y dando por tanto por buenos sus planteamientos.
Reiteramos nuevamente nuestra disposición para explicarles nuestras posiciones, propuestas y demandas que mantenemos y buscar alternativas consensuadas junto al resto del sector para formalizar una propuesta coherente, que no sea tan nefasta para los intereses de Castilla-La Mancha.
Ucaman