Propone que la Reforma corrija los bajos niveles de asociacionismo, ordene medidas eficaces frente a las importaciones y establezca derechos de plantación basados en el histórico de superficies
La Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (UCAMAN) ha hecho llegar a la Comisión Europea en Bruselas su contribución al documento “Hacia una reforma de la OCM de Frutas y Hortalizas Frescas y Transformadas”, un documento de consulta que se está realizando en el marco del análisis de impacto de la OCM y que contribuirá a la redacción final de la OCM de este sector, cuyo calendario prevé que las propuestas legislativas se conozcan a finales del presente año, sean aprobadas en 2007 y entren en vigor el 1 de enero de 2008.
Ante el peso socioeconómico, en ámbitos locales y comarcales de Castilla-La Mancha, de producciones como el ajo, el melón, las setas y otros hongos comestibles, UCAMAN propone que la reforma posibilite, entre otros asuntos, corregir los bajos niveles de asociacionismo y organización de la producción en origen, la ordenación de medidas más eficaces de protección frente a las importaciones y la regulación de derechos de plantación, basados en el histórico de las superficies de cultivo tradicional que reconozcan unas cuotas de producción individuales, cantidades regionales y/o nacionales, así como mecanismos que garanticen de forma transparente, la transferencia, cesión y acceso a ellos, por parte de cultivadores profesionales y jóvenes, evitando así la deslocalización de estos cultivos o el intrusismo por parte de efectivos procedentes de sectores que queden desmantelados como consecuencia de la reforma de la Política Agraria Comunitaria, o que procedan de sectores ajenos a la agricultura.
Así mismo se propone a la Comisión que los derechos de plantación sean complementados con ayudas directas a los titulares de explotaciones agrarias de los subsectores del ajo y del melón, que adquieran compromisos detallados, entre otros, en materia de comercialización de la producción a través de organizaciones de productores, de empleo de medios y prácticas agrícolas sostenibles, en la obtención de productos de calidad, etc.
Estas medidas, a juicio de UCAMAN, no plantearían ningún problema a la hora de adoptar alguno de los mecanismos de protección ya previstos por la PAC para otros sectores, sino que se trata más bien de una decisión que depende de la sensibilidad ante los problemas específicos que atraviesan estos dos subsectores y, por tanto, de la voluntad política de las autoridades comunitarias.
De este modo, no es necesario que las frutas y hortalizas pasen a integrarse en el régimen de pago único, máxime teniendo en cuenta que no todo el presupuesto de la OCM de frutas y hortalizas es consumido. Podría establecerse la posibilidad de detraer un porcentaje de los recursos que en el marco de la OCM de frutas y hortalizas corresponde a cada Estado para canalizar esas cantidades en forma de ayudas a los pequeños y medianos productores tradicionales que no superen un determinado número de hectáreas y que cumplan una serie de requisitos medioambientales, de calidad, de arraigo y residencia en territorios concretos, utilizándose más eficazmente el conjunto de los recursos asignados actualmente al sector.
En definitiva el objetivo es, a través de medidas claves para estos sectores, como son el impulso del asociacionismo en el melón o la protección frente a las importaciones para ajo, garantizar la renta de los productores con el fin de asegurar un mayor equilibrio en el mercado y compensar las pérdidas frente a los precios de las importaciones.
ASComunicacion