Tras el fracaso de la reunión ministerial de la OMS en Cancún y tras dos meses de intensas consultas con los Estados miembros de la UE, el Parlamento Europeo y todos los participantes europeos (empresas, sindicatos y sociedad civil), la Comisión Europea ha adoptado en este día un documento estratégico cuyo objetivo es contribuir a reactivar las negociaciones de Doha. Las aportaciones recibidas llevan a la Comisión a la conclusión de que los objetivos fundamentales de la UE en esta negociación siguen siendo válidos: una clara preferencia por un sistema de comercio multilateral, un fuerte componente de elaboración de normas, junto con el acceso al mercado y la necesidad de garantizar que el desarrollo sea el tema central de las negociaciones. Pero para tener en cuenta lo que ha sucedido tanto en Cancún como posteriormente, el documento recomienda una estrategia revisada para conseguir los objetivos de la UE, en forma de una posición de negociación renovada y actualizada en varios ámbitos. Este documento será discutido ahora con los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo.
Pascal Lamy, Comisario de Comercio de la UE, comentando la Comunicación que ha sido enviada al Consejo y al Parlamento en este día, ha dicho lo siguiente: «Tras el fracaso de Cancún, estaba claro que ya no podía pretenderse que todo siguiera como antes. Teníamos que estudiar en profundidad lo que había fallado en Cancún y sacar las conclusiones necesarias. Hemos escuchado cuidadosamente todos los puntos de vista de dentro y fuera de Europa, y creemos que existe ahora un apoyo suficiente para volver a poner el proceso en marcha. De hecho, existe en la Comisión un sentimiento muy fuerte de que el sistema multilateral deberá ser la principal prioridad de la UE para dirigir la globalización, cumplir los objetivos de la UE y lograr que el desarrollo sea el tema central del proceso.»
Pero también ha dicho lo siguiente: «La clara lección de Cancún es que un único participante o un único grupo de participantes no puede poner la Ronda en marcha por sí solo. Necesitamos realizar entre todos un gran esfuerzo si queremos reanudar las negociaciones este mismo año. Este esfuerzo rara vez se produjo en Cancún, y si ello se repitiera resultaría desastroso para el sistema multilateral, y supondría el fin definitivo de la Ronda. Mientras podamos y estemos dispuestos a hacer nuevos ajustes a la posición de la UE, lo que necesitamos es una Ronda a la que todos contribuyamos y hagamos ajustes, tanto si se trata de países desarrollados como en desarrollo, cada cual según su capacidad, de modo que todos los miembros, incluso los más pobres, pueden formar de manera efectiva parte del sistema, ejerciendo sus derechos y responsabilidades.»
La Comunicación determina los ámbitos en los que la Comisión considera que hay posibilidades de flexibilizar la posición de la UE, incluidos los ámbitos en los que la UE ya ha propuesto ideas para avanzar, y los ámbitos en los que es necesario que otros sigan avanzando.
También expone ideas con vistas a reformar de manera limitada la OMC, especialmente en relación con la gestión de las futuras reuniones ministeriales de la OMC, y con la capacidad de los miembros menores de la OMC para participar de manera efectiva en las negociaciones.
El Comisario Lamy añadió lo siguiente: «Mi punto de vista está claro: ha llegado el momento de avanzar, y consideramos que lo que estamos proponiendo mantiene un equilibrio adecuado en términos de firmeza y de posición en algunos ámbitos, y de posibles concesiones en otros.»
Por supuesto que es ahora a los Estados miembros y al Parlamento a quienes corresponde examinar estas ideas, pero estoy seguro de que para mediados de diciembre estaremos preparados para las discusiones de Ginebra.»
Comentando la propuesta de este día, el Comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler, ha dicho lo siguiente: «Haremos lo que nos corresponda hacer para que se reanuden las negociaciones de Doha. Hemos reformado de manera fundamental nuestra política agrícola, y nos hemos alejado sustancialmente de nuestra posición inicial. Las negociaciones de Doha sólo tendrán éxito si otros participantes importantes también empiezan a abandonar sus posiciones atrincheradas. Reconocemos plenamente que los países desarrollados deben hacer más que los países en desarrollo, pero los grandes exportadores también tienen que efectuar su aportación. Si queremos avanzar, es esencial que se distinga claramente el efecto distorsionante de cada una de las diferentes políticas sobre el comercio. Si no se hace así, ¿para qué preocuparse por efectuar reformas? Europa se vería penalizada por estar reformando constantemente, por hacer que su apoyo sea cada vez más favorable al comercio, mientras que otros serían premiados por seguir la dirección opuesta. Aprovecharé la oportunidad de la Cumbre de la FAO de los días 1 y 2 de diciembre en Roma para discutir nuestra posición con nuestros socios comerciales, en particular con los países en desarrollo.»
Período de reflexión post-Cancún
La Comunicación expone las conclusiones alcanzadas por la Comisión en relación con las cuatro preguntas planteadas como parte de las consultas posteriores a Cancún, basadas en las aportaciones recibidas de los Estados miembros, el Parlamento Europeo, las empresas y los sindicatos de la UE, así como las ONG:
En relación con el equilibrio entre las negociaciones comerciales multilaterales y bilaterales/regionales, todas las partes consultadas están de acuerdo en que las negociaciones multilaterales deberán seguir constituyendo la prioridad europea.
En relación con la «elaboración de normas», está también claro que sigue existiendo un sólido apoyo para las normas (ya sean sobre antidumping, sobre acuerdos regionales, sobre los temas de Singapur o sobre las relaciones entre comercio y medio ambiente) como complemento necesario para la apertura del mercado y como requisito previo y esencial para integrar mejor a los países en desarrollo en la economía mundial.
En relación con el desarrollo, nuestras consultas recalcan la importancia de unos mercados más abiertos acompañados por normas comerciales, con el objetivo de integrar a los países en desarrollo, y especialmente a los más pobres, en la economía mundial. No se trata de eximir o resguardar a los países pobres de los compromisos de la OMC. Se trata de una apertura gradual de los mercados de los países en desarrollo, ante todo entre sí mismos el comercio Sur-Sur. Se trata de un tratamiento especial y diferencial para los países en desarrollo: períodos de transición más largos y asistencia técnica para ejecutar los compromisos de la OMC.
También se trata de suministrar soluciones para los países más pobres del mundo los países menos avanzados (PMA), los países sin litoral y los particularmente vulnerables a las conmociones económicas. Se necesitará un tratamiento diferenciado entre los países en desarrollo, tanto en términos de acceso al mercado los países ricos y los países en desarrollo emergentes les podría conceder un acceso libre de derechos y libre de contingentes como de asistencia técnica para verse en condiciones de asumir mayores compromisos.
En relación con la reforma de la OMC, es de desear que se consiga un conjunto modesto, pero realizable, de reformas que se centren en la preparación y gestión de las reuniones ministeriales de la OMC, una mejor participación de los miembros menores y otros medios de mejorar la eficiencia y la plena participación en las negociaciones de la OMC.
Contenido de la Comunicación
La Comunicación determina los ámbitos en los que la UE puede mostrar una mayor flexibilidad:
En relación con los temas de Singapur (elaboración de normas sobre competencia, transparencia en la contratación pública, inversión y facilitación del comercio), la Comisión propone mostrar flexibilidad considerando cada tema separadamente, en vez de tratarlo como parte del conjunto de Doha. Ello abre la puerta a la posibilidad de excluir uno o la totalidad de los temas del compromiso único y proseguir las negociaciones entre los (numerosos) miembros que así lo deseen, todavía dentro de la OMC, pero no vinculados oficialmente a los demás temas del Programa de Doha para el desarrollo. Este planteamiento permitiría a la OMC elaborar normas sobre estos temas, aceptando al mismo tiempo el hecho de que no todos los miembros de la OMC están preparados actualmente para dar este paso.
Los puntos de vista alcanzados sobre comercio y medio ambiente recalcan la necesidad de mantener el elevado nivel de ambición de la UE para garantizar que el comercio apoye el desarrollo sostenible y la resolución de cara a seguir adelante con los compromisos de Johannesburgo. Con todo, la Comisión está dispuesta a mostrarse flexible por lo que respecta a los medios para alcanzar estos objetivos. En cuanto a la relación entre los Acuerdos ambientales multilaterales y la OMC, se propone actualmente centrarla más en un compromiso político para lograr la coherencia entre las normas ambientales y comerciales. En cuanto a los productos y servicios ambientales, la Comisión propone que la apertura del mercado tenga como principal objetivo beneficiar a los países en desarrollo. Por último, se propone incrementar la capacidad de los países en desarrollo para atender a los temas comerciales y ambientales mediante la asistencia técnica.
Las indicaciones geográficas siguen siendo un importante instrumento para apoyar el desarrollo rural en todo el mundo, basándose principalmente en la diversidad de la agricultura mundial. La UE sigue persiguiendo tres objetivos principales en la negociación: la ampliación a otros productos del nivel de protección actualmente disponible para los vinos y bebidas espirituosas; el desmantelamiento de una lista limitada de indicaciones geográficas utilizadas en países en los que no se originaron las indicaciones geográficas, y la creación de un registro multilateral de indicaciones geográficas. No obstante, por lo que respecta a este último, la Comisión está dispuesta a mostrarse flexible en relación con las medidas concretas para la creación de un registro multilateral.
En cuanto a los productos de base, la Comisión apoya la puesta en marcha de una iniciativa sobre los productos de base en la OMC destinada a poner de relieve su importancia. Si bien ello fue propuesto en textos preparatorios para la Conferencia de Cancún, la cuestión no llegó a ser debatida adecuadamente. Por su parte, la UE tiene la intención de adoptar un plan de acción a principios de 2004.
Ámbitos en los que la UE ya ha propuesto ideas para avanzar y en los que las negociaciones ya pueden empezar en serio
En cuanto a la agricultura, la Comunicación recuerda el número de veces que la UE ha ajustado su posición en el transcurso del año pasado, desde nuestra oferta de reducciones sustanciales en la caja ámbar el apoyo que más distorsiona el comercio hasta la aceptación de disciplinas relacionadas con la caja azul. Pero en otros ámbitos, la flexibilidad de la UE no ha tenido eco en los demás: por ejemplo, pese a nuestra oferta de eliminar las subvenciones a la exportación en una lista de productos de interés para los países en desarrollo, ningún país ha comunicado los nombres de dichos productos. Por otra parte, por lo que respecta al acceso al mercado, ya es hora de que los demás tomen el relevo, por ejemplo proporcionando un acceso libre de derechos y libre de contingentes a sus mercados a los países menos avanzados. Estas iniciativas de los países en desarrollo emergentes constituirían un medio de ofrecer una compensación al desgaste de las preferencias de los PMA en los mercados de los países ricos.
En cuanto al algodón, como parte de las negociaciones sobre agricultura, deberá buscarse en la OMC una solución efectiva y específica a la crisis de los países africanos. Deberá incluir tres elementos clave: un compromiso concreto de conceder un acceso libre de derechos y de contingentes a las importaciones de los PMA, como el que ya concede la UE mediante la iniciativa «Todo excepto armas».
Una considerable reducción del apoyo nacional que más distorsione el comercio (véase IP/03/1559 para las recientes propuestas de la Comisión de cara a reformar el régimen comunitario de apoyo al algodón) y la eliminación del apoyo a la exportación, en el que la Comisión incluiría el algodón entre los productos de interés para los países en desarrollo respecto de los cuales se eliminarían las subvenciones comunitarias a la exportación. Dada la urgencia, esta iniciativa, sin dejar de ser integrada en las negociaciones agrícolas, podría recibir un tratamiento específico, por ejemplo un calendario específico de ejecución. Por otra parte, deberán proseguir paralelamente las medidas de ayuda y desarrollo en las correspondientes organizaciones internacionales para apoyar la modernización y reestructuración del sector del algodón en los países menos avanzados. La Comisión efectuará nuevas propuestas en este ámbito.
La Comisión considera que necesitamos unas normas sobre prácticas comerciales justas (antidumping, subvenciones) más enérgicas para proteger las industrias nacionales contra las prácticas comerciales desleales y reducir al mismo tiempo el riesgo de abuso por motivos proteccionistas. La UE ya ha presentado unas ambiciosas propuestas para mejorar las normas existentes, y ya es hora de iniciar unas negociaciones sustanciales.
Ámbitos en los que se requiere que los demás sean flexibles
En cuanto a los aranceles industriales, las propuestas de reducir los aranceles presentadas en Cancún no alcanzaron el nivel necesario para cumplir el mandato de Doha: las excepciones y exclusiones de las reducciones arancelarias, especialmente por los países en desarrollo, habrían desembocado en un nivel muy bajo de compromiso. Teniendo en cuenta que el comercio de productos industriales representa en torno al 90 % del comercio mundial y más del 70 % de las exportaciones de los países en desarrollo, la Comisión considera que éste es un ámbito en el que los demás países y particularmente los países en desarrollo emergentes deben mostrar un nivel más elevado de compromiso. Ello es esencial para desarrollar el comercio Sur-Sur. Por su parte, la UE mantiene su propuesta de reducir los aranceles con arreglo a una fórmula única, de atender a las crestas arancelarias y a la subida de los aranceles y de negociar nuevas reducciones recíprocas para los aranceles de los productos textiles y las prendas de vestir que se aproximen al máximo a cero.
En cuanto al comercio de servicios, la Comisión considera que los miembros de la OMC y en particular los países en desarrollo deben participar más activamente en las negociaciones presentando propuestas para desarrollar el comercio de servicios. La UE, por su parte, mantendrá sus propuestas de abrir el comercio de servicios, particularmente los destinados a los países en desarrollo, como la entrada temporal de profesionales (modo IV), manteniendo al mismo tiempo un elevado nivel de protección para los servicios públicos en la UE.
Propuestas para mejorar el funcionamiento de la OMC
El fracaso de Cancún mostró importantes fallos organizativos y procedimentales, que la Comisión considera pueden ser remediados a corto plazo con un conjunto de reformas relativamente modesto, pero factible. Dicho conjunto de reformas puede combinarse con las negociaciones en curso, atendiendo a cuestiones como la mejora de la preparación y la gestión de las conferencias ministeriales, así como la participación de los países en desarrollo menores en el proceso de negociación.
Contexto
Con objeto de preparar la presente Comunicación, han tenido lugar negociaciones con los Estados miembros, el Parlamento Europeo, las empresas, los sindicatos y las ONG. También se han mantenido contactos con representantes de terceros países.
La Comunicación será discutida a continuación en una reunión no oficial de los ministros de Comercio de la UE, así como con el Parlamento Europeo, el 2 de diciembre. La cuestión también será discutida en el Consejo de Asuntos Generales de la UE de los días 8 y 9 de diciembre
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