El camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), un pájaro norteafricano que se ha expandido por el sureste peninsular a causa del aumento de temperaturas y el descenso de precipitaciones provocados por el cambio climático, continúa atravesando cada año el Mediterráneo desde el norte de África hacia España con un flujo genético constante, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Alicante y la de Oulu (Finlandia).
En otros eventos de colonización, como el de los pinzones de Darwin en las Islas Galápagos, la especie se expande a partir del primer grupo de individuos que llega al nuevo hábitat, sin que este proceso migratorio sea repetido por nuevos individuos.
Los investigadores realizaron análisis genéticos de las tres principales poblaciones peninsulares de esta especie, en Almería, Granada y Alicante, y de la población de las Islas Canarias, con el objetivo de comparar sus diferentes procesos de expansión. Según los resultados del estudio, publicado en Journal of Biogeography y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el camachuelo se asentó en la península primero en Almería a mediados del siglo XX, mientras que en las Canarias esta especie de pájaro, con una configuración genética distinta, llegó sobre todo a Fuerteventura y Lanzarote hace miles de años.
Eulalia Moreno, coordinadora del estudio y directora de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC), en Almería, afirma: “En contra de lo que cabría esperar de poblaciones en expansión en la actualidad, las peninsulares presentan una relativa alta variabilidad genética, muy parecida a la que encontramos en las poblaciones norteafricanas, lo que sugiere que existe un continuo aporte de individuos desde África a la Península”.
“Con esto no quiero decir que el cambio climático sea bueno porque enriquece la biodiversidad en el sureste peninsular, sino que esta especie ha aprovechado de manera positiva el cambio climático para sacar ventaja de ello”, añade la investigadora del CSIC. El camachuelo trompetero es un buen indicador del incremento de la aridez en los suelos del área mediterránea.
Para Moreno, “lo que hace a esta especie más interesante es que puede usarse como testigo de los efectos del cambio global”.
La distribución tradicional de esta especie de fringílido, emparentada con jilgueros y canarios, se localiza desde el Sáhara Occidental hasta el Medio Oriente, a través del norte de África. Su hábitat lo componen desiertos, semidesiertos y estepas con poca vegetación. En España fue hallada por primera vez a finales del siglo XIX procedente de Marruecos.
CSIC