El estudio indicó que las empresas agroalimentarias andaluzas obtienen un notable en producción pero «suspenden» en comercialización, ya que «al no invertir en comunicación y creación de marcas, los productos de calidad que ofrecen no consiguen ser reconocidos, valorados ni diferenciarse de otros y, por tanto, no pueden percibir precios más altos».
Asimismo, el informe señala que «el escaso análisis de consumidores y tendencias del mercado les hace incapaces de anticipar tendencias de los consumidores», lo que conlleva que vayan «a remolque de los líderes» y «la escasa inversión en I+D+I tampoco ayuda a reaccionar a tiempo».
El estudio apunta a que la pequeña dimensión empresarial y el anclaje a estructuras y procesos tradicionales dificultan el cambio y la adaptación a los nuevos mercados y, según indicó, «el endurecimiento actual y futuro de los mercados va a pasar factura a las empresas que no consigan hacer sus deberes para posicionarse adecuadamente».
Por último, el estudio recomienda a las empresas agroalimentarias adquirir «cuanto antes» capacidades reales de innovación y desarrollo de nuevos productos enfocados a necesidades concretas, así como llama la atención sobre la necesidad de integración con otras empresas para dotar al negocio de recursos financieros, comerciales y tecnológicos suficientes.
Europa Press