Un estudio predice que todas las especies de pesca se colapsarán antes de 2050

Nota del OIE
Un equipo internacional de economistas y ecólogos, en el que participó el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Enric Sala, demostró que la pérdida de biodiversidad marina está reduciendo de forma grave la capacidad del océano de proveer de alimentos. En concreto, los científicos han vaticinado que todas las especies de peces y marisco que se pescan en la actualidad habrán colapsado (lo que equivale a que su abundancia se habrá reducido en más del 90%) antes del año 2050. Las conclusiones del estudio se publicaron el pasado viernes, en la revista Science.
Los científicos analizaron la evolución histórica de las capturas y calcularon el ritmo futuro de extinción. El investigador del CSIC explica: “En unas décadas seguirá habiendo peces, pero ya no será rentable salir a pescarlos, por lo que la gran mayoría del pescado será de piscifactoría y el salvaje tendrá un precio prohibitivo”.
De acuerdo con el estudio, la recuperación de la biodiversidad puede incrementar hasta cuatro veces la productividad pesquera y conseguir que los ecosistemas sean un 21% menos susceptibles a las fluctuaciones causadas por los humanos y el propio medio ambiente.

“No cuidar de la biodiversidad ahora puede parecer beneficioso para el desarrollo económico, pero a largo plazo esto va a conducir a una crisis económica”, señala Sala, que trabaja en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC), en Girona.
Los autores advierten además de que esta pérdida de biodiversidad mina la resistencia de los ecosistemas marinos ante enfermedades, así como su capacidad para filtrar contaminantes y recuperarse de impactos como el de la sobrepesca y el calentamiento global. Los ecosistemas costeros degradados se vuelven vulnerables a especies invasoras, enfermedades, y mareas de algas tóxicas, por lo que los riesgos para la salud humana también aumentan.

UNA GESTIÓN BASADA EN EL ECOSISTEMA
El equipo investigador concluye que restaurar la biodiversidad marina a través de una gestión basada en el ecosistema es esencial para evitar riesgos serios que afectan a la provisión global de alimentos, la calidad del agua costera, y la estabilidad de los ecosistemas. Este modelo incluiría la gestión de pesquerías integrada,el control de la contaminación, la preservación de hábitats esenciales, y la creación de reservas marinas.
Para Sala, «los ecosistemas marinos son como máquinas que han evolucionado para funcionar con todas sus piezas. Si eliminamos algunas piezas, el sistema no funciona bien y no puede proporcionar todos los servicios que los humanos obtienen del sistema».

Consejo Superior de Investigaciones Científicas

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