Un estudio revela signos de toxicidad en el Mon 863, maíz transgénico aprobado para consumo humano

Nota de Greenpeace
Es la primera vez que un producto transgénico, que ha sido aprobado para consumo humano y animal, ha mostrado evidencias científicas de efectos tóxicos en órganos internos.

El estudio, publicado hoy en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology”, analiza los resultados de las pruebas de seguridad presentados por Monsanto a la Comisión Europea para obtener la autorización de comercialización en la UE para su variedad de maíz transgénico, MON 863 .

Los datos muestran que el MON863 tiene asociados riesgos significativos para la salud; sin embargo, la Comisión Europea concedió licencias para comercializar este maíz tanto para el consumo humano como para el consumo animal.

En España, como en toda la Unión Europea, se permite su consumo humano y en piensos animales.

Las evidencias incriminatorias fueron obtenidas por Greenpeace después de un caso judicial , y enviadas para ser evaluadas por este equipo de expertos encabezados por el Profesor Gilles Eric Séralini, un experto gubernamental en la tecnología de ingeniería genética de la Universidad de Caen .

En una rueda de prensa conjunta con Greenpeace, el Profesor Serálini afirmó que “los análisis de Monsanto no pasarían un examen riguroso – para empezar, sus protocolos estadísticos son altamente cuestionables. Peor aún, la empresa omitió llevar a cabo un estudio de las diferencias del peso de los animales y además, datos cruciales de los análisis de orina se ocultaron en las propias publicaciones de la empresa».

Greenpeace exige la retirada inmediata y completa del maíz MON863 de Monsanto del mercado global y hace un llamamiento a los gobiernos para que emprendan una reevaluación urgente de todos los otros productos transgénicos aprobados, y una revisión estricta de los métodos de análisis actuales.

“Esta es la gota que colma el vaso de la credibilidad del actual sistema de autorización de los productos transgénicos. Ahora se sabe que un sistema diseñado para proteger la salud humana y animal ha permitido que un producto de alto riesgo se esté comercializando, a pesar de las claras evidencias de sus peligros. Por tanto, necesitamos comenzar a revisar cuidadosamente todos los productos transgénicos presentes en el mercado, y abortar inmediatamente este defectuoso procedimiento de aprobación”, ha declarado Juan Felipe Carrasco, responsable de la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace.

Los datos en cuestión han sido objeto de un fuerte debate desde 2003, cuando se identificaron cambios significativos en la sangre de animales alimentados con MON863. El maíz MON863 fue aprobado por la Comisión Europea a pesar de la oposición de la mayoría de los Estados miembros, los cuales expresaron su preocupación acerca de la seguridad de este maíz. El Profesor Séralini confirma científicamente estas preocupaciones. Tal y como afirma el estudio, “con los datos actuales, no se puede concluir que el maíz transgénico MON863 sea un producto seguro”. Sin embargo, el MON863 ha sido autorizado para los mercados de Australia, Canadá, China, Japón, México, Filipinas y EE.UU., además de la UE.

“Es un alerta de emergencia internacional que requiere una respuesta global”, ha concluido Carrasco. “Sólo una retirada completa de este maíz en todos los mercados podría controlar los posibles daños.”

Greenpeace

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