“Tras los muestreos de campo, se localizó solamente una población, a pesar de rastrear un área mucho mayor”, informa a SINC Juan Lorite, autor principal e investigador en el departamento de Botánica de la UGR.
El estudio, que se publicó el mes pasado en la revista Annales Botanici Fennici, ha contabilizado 246 individuos reproductores. “Este dato junto con su pequeña área de ocupación y con las amenazas potenciales sobre la población hace que la especie se evalúe como en Peligro Crítico a nivel regional, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)”, manifiesta Lorite.
La única población extendida en España ocupa “sólo” 1.920 m2, cerca de Almuñécar (Granada), a una altitud de 120-160 metros. Esta población ocupa “una pequeña mancha de matorral mediterráneo, en un entorno ocupado por cultivos subtropicales (aguacates y chirimoyas)”, añade el investigador.
Entre sus amenazas, el arbusto cuenta con la fragmentación de su hábitat, cambios en los usos del suelo, y la invasión de asentamientos humanos, así como la expansión de cultivos subtropicales, urbanizaciones, incendios naturales o provocados por el hombre, junto con problemas biológicos derivados del bajo número de efectivos poblacionales.
Según el investigador, “ni la especie ni el hábitat que ocupa están protegidas, por lo que es necesario incluir la especie en futuros catálogos de listas rojas de especies amenazadas y establecer una figura de protección sobre la zona que ocupa”.
Además, los investigadores piden medidas urgentes para proteger los lugares donde el arbusto puede crecer y donde no hay garantías de protección, como Murcia, Almería, Granada y Málaga.
Antes de este estudio, se creía que la distribución de Polygala balansae era exclusiva de Marruecos. El arbusto está distribuido por el Alto Atlas, Anti-Atlas Oriental y en algunas zonas del Medio Atlas.
Su distribución en Marruecos es muy amplia y las poblaciones tienen un elevado número de individuos, “por lo que allí no está amenazada”, concluye Lorite.
Europa Press