La inseminación artificial en esta especie presenta una diferencia esencial al de otras como el vacuno, el porcino o el ovino, puesto que para que sea efectiva es necesario inducir la ovulación de las hembras tras depositar el semen.
Esta circunstancia hace necesario que, una vez realizada la inseminación, se deba proceder a una segundo paso en el que se inyecta al animal una sustancia similar a la que produciría la coneja tras ser montada por un macho.
Precisamente los trabajos realizados por los investigadores del CITA en este campo se han centrado en la búsqueda de un método que permita prescindir de esta inyección para lograr la fecundación.
Para ello, se han desarrollado nuevos diluyentes que se utilizan junto con el semen durante el procedimiento de inseminación de las hembras. Estos productos ya incorporan en su composición sustancias activas capaces de hacer que la coneja ovule sin necesidad de ningún tratamiento posterior, lo que simplifica el procedimiento.
Desde un punto de vista práctico, las ventajas son varias, puesto que eliminan el posible daño y estrés que supone para la coneja una inyección intramuscular. Además, mejoran las condiciones de trabajo del técnico inseminador, puesto que se reduce el riesgo sanitario que supone el uso de agujas y jeringuillas.
Por último, mejoran la eficacia de la técnica de inseminación, puesto que se reduce el tiempo de aplicación de la dosis de semen, incrementándose el número de conejas inseminadas por operario y hora.
Crioconservación del material genético
Por otra parte y de forma complementaria, desde el CITA se está ultimando un nuevo sistema de crioconservación espermática que permita equiparar técnicamente la inseminación del conejo a la de la especie vacuna, beneficiándose así de todas las ventajas que puede aportar la inseminación artificial en términos tanto de la gestión del esperma de machos de elevado valor genético como de bioseguridad.
En este sentido, cabe señalar que la congelación de semen facilita la gestión de los centros de inseminación y la difusión genética de los mejores machos. Por otra parte, garantiza que el semen comercializado haya permanecido el periodo suficiente para descartar la presencia de cualquier patógeno tanto en el material genético o en los machos donantes.
Los resultados obtenidos hasta el momento en esta materia son alentadores, por lo que está previsto que en breve se esté en disposición de introducir el semen congelado en cunicultura a nivel comercial.
La combinación del uso de técnicas de reproducción asistida en conejos junto con la crioconservación del esperma generará importantes beneficios en la renta de los ganaderos, reduciendo los gastos al poder contar con un menor número de ejemplares machos y facilitando la planificación temporal de la reproducción de los animales.
En la Comunitat Valenciana existen 342 explotaciones ganaderas dedicadas a la producción de conejos, de las que 152 se encuentran en la provincia de Castellón, 148 en Valencia y 42 en Alicante, con más de 870.000 cabezas. En este sentido, la producción cunícola media asciende a unas 12.000 toneladas de carne, lo que representa el 4% de la producción final ganadera.
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