El proyecto ganador tiene como objetivo la resolución de obstáculos existentes en las instalaciones frigoríficas, debido al desconocimiento que existe sobre las condiciones particulares de congelación tanto de nuevos productos que salen al mercado, así como de otros que tradicionalmente no se comercializaban en este estado. Asimismo, este prototipo, que emplea refrigerantes naturales, pretende contribuir al ahorro energético en este tipo de instalaciones.
En la categoría de Agricultura, recibió una mención la farola eólico-solar de alumbrado público de la empresa Bitel S.L, que emplea energía 100% renovable, lo que permite aprovechar los recurso climáticos sin ningún otro consumo al ser totalmente autónoma.
En la modalidad de Hortofloral se otorgó una mención a Wamestrada por el proyecto de cultivo hidropónico de cítricos ornamentales, consistente en un proceso en el que se emplea la fibra de coco y que, entre otras ventajas, permite una mayor uniformidad en la planta, que no haya pérdidas en la post-plantación y que sea un producto 100% ecológico.
En el apartado de Alimentación el primer premio fue para el roti de conejo a las finas hierbas presentado sin hueso y en bandeja preparada para ir directamente al horno, de Cogal. Por su parte “Lugar da Veiga” recibió una mención por la fabricación, elaboración y transformación de galletas “marineras”, un pan de larga duración resistente a la absorción de la humedad que es una adaptación del antiquísimo “pan de barco”.
Otro de los proyectos reconocidos, en el sector Forestal, fue un recuperador de calor para cámaras de secado de madera, lo cual presenta como ventaja principal un menor consumo energético con una eficiencia del 53% y la consiguiente reducción en las emisiones de CO2 a la atmósfera. Severino Rial es la empresa titular de la innovación.
En el sector de Desarrollo Rural se entregaron dos menciones. Una de ellas fue para un repartidor de agua para comunidades vecinales totalmente equitativo de Técnicas de Agua Mosquera, lo cual es capaz de garantizar, por mínima que sea, la entrada de agua que será repartida en tantas partes iguales como se especifique, midiéndola y desinfectándola si fuese preciso. La otra fue para Licores “Los Maios” por sus productos recuperados de recetas tradicionales con la utilización de métodos novedosos.
En el apartado de Madera se otorgaron otras dos menciones. Una planta de producción de “pellets de madera”, de la empresa Mosquera Villavidal, y una sierra de cinta de hojas múltiples de Leal y Soares, con la que es posible cortar la madera de tal manera que con una pasada en la máquina se obtiene un número de tablas cortadas proporcional al número de las cabezas instaladas
Un jurado de prestigio
Todos los proyectos fueron estrictamente examinados por un jurado formado por representantes de la Administración y de destacadas instituciones académicas y empresariales. Así, estuvo compuesto por Luís Márquez, titular del departamento de Ingeniería Rural de la Y.T.S Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid; Gabriel Jesús Rielo, de la Escuela de Capacitación Agraria de Guísamo; Xulia Guntín Araújo, subdirectora xeral de Xestión del Plan de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica de la Consellería de Innovación e Industria; Germán Santamarina, vicedecano de Estudiantes de la Universidad de Lugo; Máximo Dugo, profesor de la Escuela Superior de Lugo; Antonio Ron, investigador de la Misión Biológica de Galicia; Beatriz Tejada, técnico del Parque Tecnológico de Galicia; Gustavo Marcos, gerente de la empresa Uninova; Ignacio Orriols director de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia; Desiderio Novoa, del departamento de Ingeniería Agroforestal de la Escuela Politécnica Superior de Lugo; Francisco Javier Silva Pando, jefe del departamento de ecología del Centro de Investigación Forestal de Lourizán; y Juan Valladares, del centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo.
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