Un proyecto que soluciona el problema del suministro de agua en una zona de cultivo del término municipal de Orihuela (Alicante), mediante la construcción de un depósito que acumula el agua, ha recibido el premio San Isidro 2009, otorgado por el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL). El premio se entregará dentro del marco de la cena en conmemoración al patrón de los ingenieros agrónomos, San Isidro.
El proyecto, obra del ingeniero agrónomo, Modesto Pérez tiene el objetivo de regular el caudal hídrico, para garantizar el suministro de agua, a una zona de cultivos caracterizada por la falta de este bien escaso y en unos terrenos en los que se pueden encontrar un 70% de hortalizas, un 20% de cítricos y un 10% de forrajeros.
El jurado del COIAL ha valorado en este trabajo, más que la innovación, ya que se trata de un proyecto “clásico” de ingeniería agronómica, la resolución de la falta de agua en la agricultura, la brillante manera con la que el ingeniero ha solucionado el problema. En este sentido, se han resuelto las adversidades, entre las que destacan las malas condiciones del terreno y un nivel freático muy alto, mediante un desarrollo técnico “impecable”.
Asimismo, Modesto Pérez ha construido un depósito mixto sobre terreno mejorado mediante columnas de grava e impermeabilizado mediante una geomembrana móvil y adaptable a las condiciones cambiantes del terreno. Por otra parte, destacan de este proyecto los dos acueductos necesarios, que se han resuelto mediante unas “elegantes” estructuras atirantadas.
Seguridad agroalimentaria
El COIAL premiará al unísono también a dos proyectos finales de carrera procedentes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia, uno consistente en la elaboración de un centro comercial de 2.500 metros cuadrados en el municipio de Rojales (Alicante), y el otro el Plan Director y Proyecto de Ejecución del Parque Interior del Circuito “Ricardo Tormo”. Mientras que el premio al mejor proyecto final de carrera de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela ha quedado desierto.
En el primer caso, el ingeniero agrónomo, Miguel Bellver ha desarrollado, hasta el último detalle, el mantenimiento de los alimentos, la cadena de frio de los mismos y la seguridad alimentaria, mediante el uso de las últimas tecnologías disponibles. Asimismo, ha abordado la reutilización de aguas para el mantenimiento del jardín exterior y la colocación de paneles solares fotovoltaicos como alternativa energética para el centro comercial.
Por su parte, el ingeniero agrónomo, Juan Manuel Mondéjar ha elaborado un proyecto final de carrera que aborda la problemática paisajística, medioambiental y de uso de los espacios existente en el Circuito “Ricardo Tormo” de Valencia. En este trabajo, se ha realizado además un proyecto de parque interior diseñado para satisfacer las necesidades de la gran masa de público que accede a los eventos del mismo.
Para llevar a cabo este proyecto, se han elaborado tanto un potente sistema de riego, una eficiente red de saneamiento y movimientos de tierras para recrear un ambiente más naturalizado, así como un sistema de lagos-canal con impulsión. El jurado del COIAL ha valorado en este trabajo su ejecución técnica, pero sin duda su repercusión e impacto en la sociedad.
Trayectoria personal
Por segundo año consecutivo, el COIAL concederá una distinción a la trayectoria personal que este año ha recaído en Luis Font de Mora, por su vinculación y dedicación a la agricultura valenciana. Luis Font de Mora fue Conseller de Agricultura entre 1983 y 1993. Doctor ingeniero agrónomo, nació en Valencia en 1936 y fue Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de 1974 a 1979. Autor de numerosos trabajos sobre cooperativismo, su relación con las exportaciones agrícolas le llevó a ocupar un puesto de consejero comercial en la Embajada de España en Washington.
El decano del COIAL, Baldomero Segura García del Río, ha destacado, la calidad y la repercusión de los tres proyectos que han sido premiados. Asimismo, ha subrayado que estos tres trabajos “son ejemplo de cómo los ingenieros agrónomos debemos seguir transformando el medio físico para beneficio del ser humano”.
En este sentido, Baldomero Segura ha asegurado que los ingenieros agrónomos “no podemos permitirnos vivir aislados de la sociedad y por ello debemos continuar dando respuestas a la misma de un modo inteligente en el que se aúnen la ciencia y la tecnología de forma que sea posible el desarrollo sostenible”.
Por otra parte, el decano del COIAL ha hecho referencia a la actual situación dentro del sector agronómico y los dos grandes hitos que han protagonizado el año “uno que afecta al futuro de nuestra profesión, con las modificaciones normativas en el ámbito de la formación universitaria, y otro de orden interno relativo a la nueva regulación de los colegios profesionales en general y al nuestro en particular”.
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