Carlos Amorós explicó que Caladero trabaja el pescado blanco, azul, los cefalópodos, como el pulpo, y marisco de diverso tipo. «Todas estas especies las pescamos en todo el mundo», indicó el director general, quien señaló que los pescadores que trabajan para Caladero realizan pesca artesanal en países como Mauritania y Argentina, y también de forma industrial, en Estados Unidos y Sudáfrica, entre otros lugares, con palangreros de hasta 45 metros de eslora.
Prosiguió afirmando que en España hay 11 plantas de manipulado del pescado, que reciben la mercancía de diversos puertos españoles, por ejemplo en Vilagarcía de Arousa, Vigo, Santa María, Cádiz, en Ribarroja (Valencia), Burgos, Islas Canarias. «Cada una cuenta con un área de aprovisionamiento» en el que se recibe la materia prima diariamente.
«Trabajando así, con respeto al mar y las especies, comprometidos con la seguridad alimentaria», Caladero consigue «ser líder del sector», lo que a su vez motivó el aumento del volumen de producción y la ampliación de las instalaciones de la factoría central de la firma, en la Plataforma Logística de Zaragoza.
Carlos Amorós agradeció la apuesta «decidida y responsable» del Gobierno de Aragón por Plaza y aprovechó para decir que «somos de aquí», entre otros motivos porque «no podíamos estar en un lugar más adecuado». Amorós dijo que la planta de Caladero en Plaza es «la General Motors del pescado». El director general señaló que en las próximas semanas entrarán en funcionamiento cinco líneas de producción en la fábrica de Caladero.
Por su parte, el director de la Oficina de Seguimiento Estratégico del Gobierno de Aragón, Carlos Escó, reconoció que «la crisis ha frenado el número de implantaciones» de empresas en la Plataforma Logística.
Respecto a Caladero, dijo que es «muy importante» para Plaza porque «va camino de ser una gran referencia mundial» en el manipulado de pescado, además de que genera mucho empleo y su actividad ha permitido incrementar el volumen de trabajo del aeropuerto civil de Zaragoza.
Asimismo, opinó Escó, Caladero «nos está brindando la oportunidad de ponernos a la cabeza» en la investigación del tratamiento del pescado, lo que a su vez mejora las políticas de seguridad alimentaria. Escó señaló que, también, Caladero ha atraído a Aragón a la empresa que fabrica las barquetas y las cajas en las que se empaqueta el pescado.
Europa Press