Una metodología modernizada se aplica para la obtención de nuevas variedades de patata

En el programa de mejora genética para la obtención de nuevas variedades desarrollado por NEIKER-Tecnalia se persiguen las siguientes características:

– Morfológicas y fisiológicas: buen aspecto de la planta, tubérculos homogéneos, piel fina, ojos superficiales, elevado rendimiento, estabilidad en la producción, ciclo corto y buena conservación.
– Resistencias a plagas y enfermedades: resistencia a uno o varios de los siguientes patógenos: virus (PVY, principalmente); nematodos (Globodera rostochiensis y G. pallida) y hongos (Phytophthora infestans, Rhizocotnia solani, Alternaria solani, Fusarium spp.).
– Calidad culinaria: para consumo en fresco y para el procesamiento industrial: chips, barritas, patata congelada y purés, entre otros destinos.

Dentro del esquema tradicional de mejora, NEIKER-Tecnalia ha integrado en los últimos años diferentes metodologías que complementan el esquema clásico predominante, como son la mejora a nivel diploide, el cultivo de tejidos aplicado al mantenimiento y micropropagación de variedades, la selección asistida mediante marcadores moleculares y el genotipado.

La elección de genitores es una de las claves del programa. NEIKER-Tecnalia cuenta con un Banco de Germoplasma con 500 variedades comerciales, además de clones de mejora y especies del género Solanum, que forman parte de los parentales empleados en el programa de cruzamientos.

Los cruzamientos se realizan principalmente en invierno. En los genitores femeninos se cortan los tallos con las inflorescencias, se castran y se procede a la polinización, manteniendo los tallos en tarros con agua, fungicida y antibiótico, en invernadero. Si la polinización ha tenido éxito, se forman las bayas, las cuales pueden contener hasta 200 semillas.

Una vez maduras las semillas, se procede a su extracción y conservación. La descendencia de cada cruzamiento se siembra por separado en semilleros. Las familias que proceden de parentales con inmunidad al virus Y (PVY) se inoculan artificialmente, eliminando las plántulas con síntomas. El resto se trasplanta a maceta para obtener los clones de primer año. Durante la recolección se realiza una selección más intensa, atendiendo a formas de tubérculo, homogeneidad, profundidad de ojos, color de piel y carne.

Los clones de tercera generación son enviados a una Red española de ensayos, que los distribuye por diferentes zonas del país con el objetivo de ser sembrados y consumidos. Además, también se envían para su evaluación clones avanzados a países como Holanda, Alemania y Argentina.

A partir del conjunto de todos los datos de calidad, resistencia y producción, se seleccionan los mejores clones para enviarlos al Registro de Variedades Comerciales de la Oficina Española de Variedades Vegetales. Tras dos años de ensayos, la Comisión Nacional de Estimación decide la inclusión o no en la lista de nuevas variedades.

SINC

Deja una respuesta