El Ministerio de Medio Ambiente ha dado vía libre a la ejecución del proyecto de la presa de Mularroya, azud de derivación y conducción de trasvase con condiciones para proteger los hábitats de su entorno y garantizar el caudal ecológico del río Jalón, que establece la Declaración de Impacto Ambiental que acaba de concluir el Ministerio.
Esta presa, ubicada en los términos municipales de la Almunia de Doña Godina, Chodes y Ricla, en Zaragoza, es una obra fundamental prevista en el Pacto del Agua de Aragón y en el Plan Hidrológico Nacional, con un presupuesto de casi 162 millones de euros, que estará situada en la margen derecha del río Ebro, la más deficitaria en regulación. La presa de Mularroya se ubicará sobre el río Grío con la finalidad de contribuir a la regulación de la cuenca y, por tanto, mejorar los regadíos del bajo Jalón y el abastecimiento de poblaciones. Dado que el río Grío no es capaz de suministrar caudales suficientes para el llenado del embalse, con capacidad para 112 hectómetros cúbicos, el proyecto incluye un azud de derivación en el Jalón, de 13 kilómetros de longitud, desde el que se trasvasará el caudal adecuado.
Por eso, la Declaración de Impacto Ambiental establece las medidas necesarias para garantizar, en volumen y calidad, el caudal ecológico del río Jalón, así como la conservación y mejora de su vegetación de ribera, especialmente a lo largo de 50 metros aguas arriba y 100 metros aguas abajo del azud.
Según la Declaración de Impacto Ambiental que acaba de concluir el Ministerio, este proyecto de la Confederación Hidrográfica del Ebro deberá incluir, además, un proyecto de medidas de carácter complementario para asegurar su compatibilidad con la fauna y los hábitats de la Red Natura 2000. Como las obras afectarán moderadamente a la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) llamada “Desfiladeros del río Jalón” y al Lugar de Interés Comunitario (LIC) “Hoces del Jalón”, Medio Ambiente establece que, además de las medidas correctoras que ya incluye el proyecto, se redacte un proyecto de medidas de carácter complementario para asegurar la viabilidad de la fauna, su dinamismo y el mantenimiento de su ecosistema. Además, en el caso de las Hoces, también deberá minimizar la afección a las formaciones de ribera y mejorar la calidad del hábitat de las especies ligadas al medio hídrico. Asimismo, el proyecto de construcción de la presa incorporará un programa de vigilancia y seguimiento ambiental y la figura de un director ambiental de obras, con el fin de garantizar la ejecución de todas las medidas preventivas, correctoras y compensatorias necesarias por la afección del vaso del embalse a terrenos de valor faunístico señalados como Área de Importancia para Aves (IBA).
La Declaración de Impacto Ambiental establece también otra serie de condiciones para que, en la fase de ejecución de las obras y en de explotación, se protejan y conserven los suelos, la vegetación, el sistema hidrológico, la fauna, la flora y el patrimonio cultural. En este último caso, se realizará una prospección arqueológica, en colaboración con la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Aragón, especialmente para la zona de traza de la conducción de agua desde el río Jalón al Grío.
Las obras abarcarán también la reposición de las infraestructuras afectadas por la presa como la carretera N-II; diferentes vías pecuarias, lo que se realizará en colaboración con la Comunidad Autónoma de Aragón, para mantener la continuidad del tránsito ganadero, y el acceso a las fincas colindantes. Para la reposición del oleoducto Rota-Zaragoza, se requerirá un proyecto específico, independiente al proyecto de la presa de Mularroya y que deberá en su momento evaluarse ambientalmente. La Declaración de Impacto Ambiental se publicará próximamente en el Boletín Oficial del Estado
MMA