Fundamentalmente es el creciente abandono de campos que se detecta en la mayor parte de las comarcas, como síntoma de una crisis que va al alza, unido al hecho de que la primavera sea bastante lluviosa, lo que ha proliferado la existencia de caracoles.
La Unió reclama a los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que hagan uso de normas medioambientales para que los campos abandonados se limpien y no se conviertan en foco de expansión de plagas de caracoles, conejos o ratas o también de incendios.
Este aumento de la población de caracoles y la crisis económica en general ha animado también a los recolectores a trasladarse al campo para recogerlos en busca de ingresos económicos para sus familias, una actividad que si bien no es ilegal sí que provoca que se incrementen los daños en las explotaciones agrícolas, tanto en las cosechas como en otro tipo de estructuras.
La Unió no está en contra de prohibir la recogida pero se debería regular de alguna manera y también controlar y perseguir a aquellos que destrozan los campos para recolectarlos. Los agricultores cuando llegan a sus campos observan en este sentido como los márgenes de piedra están destrozados porque los caracoles se ocultan en los mismos, las gomas del riego por goteo también quedan maltrechas y las compuertas de las acequias así mismo rotas en muchos de los casos.
En el caso de los márgenes de piedra son esenciales para retener las tierras y por tanto los agricultores afectados auguran que cuando vengan las lluvias habrá importantes corrimientos de tierras y afectaciones en los campos ya que perderán compactación y hay peligro además para los tractores y maquinaria. Estos agricultores han señalado a LA UNIÓ que reconstruir esos márgenes de piedra es costoso y no se suelen encontrar ya profesionales que lo hagan. Otra alternativa que se baraja para sustituirlos es el hormigón, pero eso sería atentar contra ese patrimonio histórico y cultural como es el de la piedra seca de los márgenes.
Aparte de los gastos por estas roturas, los agricultores han elevado sus costes este año con los tratamientos necesarios para deshacerse de estos caracoles a través de productos específicos, algo que impide que se críen en masa pero la circunstancia de que haya campos abandonados en los alrededores limita sus efectos y por ello es muy importante que los terrenos colindantes estén cuidados.
La Unió