Nota de ASAJA-Valladolid
Al menos el 30% de la superficie de cebada y vezas sembrada en la comarca de Tierra de Campos lleva algunas semanas sufriendo una plaga de topillos que está asolando las explotaciones recién plantadas, obligando a algunos agricultores a resembrar.
Estos pequeños animales, cada tres o cuatro años, cuando las condiciones climatológicas les son propicias, se reproducen sin control, afectando a miles de hectáreas de la provincia, cuyo cereal mordisquean, comen y hacen desaparecer, de modo que el espectáculo en algunas zonas de municipios como Villalón, Herrín y Gatón de Campos o Castroponce es digno de ver.
Las tierras nacidas aparecen llenas de redondeles de cereal arrancado y mordisqueado, así como las orillas de caminos, cunetas y arroyos.
En ocasiones, los agricultores conocen a priori, gracias a los avisos de la Administración regional, los peligros que acechan a sus siembras, pero esta vez, la Junta no ha emitido ninguna información acerca de una plaga que es evidente para decenas de explotaciones.
Los daños hasta el momento son importantes, pero si no se toman medidas pueden convertirse en incalculables, puesto que el problema se agudizará si el invierno resulta suave y no se registran las fuertes heladas que podrían exterminar a los roedores, de modo que podríamos encontrarnos con agricultores que se quedaran sin cosechas.
ASAJA Valladolid considera imprescindible que la Junta de Castilla y León vuelva a poner en marcha el Servicio de Control de Plagas, que hasta hace unos años ponía en marcha tratamientos específicos en las comarcas en las que se sufrían ataques de este tipo, o al menos ofrezca algún tipo de solución a los profesionales del campo que ven sus cosechas en peligro.
La organización reitera su preocupación por la proliferación de estos males endémicos que se repiten año tras año y contra quienes nadie lucha, más allá de los agricultores con sus propios medios, que tienen una efectividad muy limitada.
ASAJA Valladolid recuerda que en repetidas ocasiones se ha solicitado, sin respuesta, la adopción de medidas por parte de la Consejería de Agricultura compatibles con el medio ambiente, para la lucha contra plagas como la nefasia, el zefus o la araña roja del maíz, que suponen pérdidas en las cosechas a mayores de las que ya trae la propia climatología y que además obligan al agricultor a fuertes desembolsos en productos de tratamiento que no terminan con los daños.
ASAJA Valladolid
Los agricultores todo el día pidiendo, el problema no ha sido el invierno calido, si no la ausencia de depredadores, y el veneno empeora la situación.
Es decir Carlos, que la culpa es de los agricultores? a ver si va a ser como a los lobos que después de matarlos los echan de menos, la desgracia del ser humano.