Nota de prensa de La Unió-Coag
La Unió-Coag denuncia que el tomate valenciano se vende en la sección de productos selectos de una conocida gran superficie un 769% más caro de lo que percibe el agricultor por ese mismo producto. Mientras que al agricultor por un kilo de tomate valenciano se le paga alrededor de 1,20 €, esta empresa lo vende al consumidor a 9,15 €/kg, circunstancia que supone que exista un margen de beneficio de 7,95 euros por cada kilo.
La Unió-Coag señala que esta diferencia se debe fundamentalmente a un valor añadido importante como es la calidad que se le ofrece por este producto al consumidor, pero en opinión de Joan Brusca, secretario general de La Unió-Coag “este valor añadido se debe repartir entre la distribución y el agricultor porque éste es el que produce esta calidad y por lo tanto se le debe pagar por ella”.
La Unió-Coag afirma que todo esto se agrava cuando en la misma empresa el mismo tomate se vende en otra sección, más concretamente la de supermercado, a 8,30 €/kg, con prácticamente las mismas condiciones de calidad y presentación, es decir de una sección a otra la diferencia se sitúa en 0,85 €/kg. En este caso el margen de beneficio está en un 597%, siendo un 697 % superior a lo que el agricultor percibe exactamente por el mismo producto.
Ante esta situación Joan Brusca reclama que el Ministerio de Agricultura haga efectiva la reivindicación del sector agrario de que el Observatorio de Precios tenga operatividad y “no sea un simple reflejo de los precios que todos vemos día a día en los supermercados y grandes superficies”. Para ello según Brusca este Observatorio “debe ser capaz y tener el poder de tomar decisiones encaminadas a regular los precios y márgenes de beneficios de la gran distribución con el fin de que todos salgan beneficiados, desde el agricultor hasta el consumidor, pasando evidentemente por la distribución”.
El secretario general de LA UNIÓ reclama a la Administración que regule de forma urgente este organismo “observador” y que implante las medidas oportunas para evitar los oligopolios en la distribución de los productos agrarios con el fin de que el valor añadido de la calidad repercuta en el que la realiza, el productor, y no sea la distribución la que obtenga los mayores beneficios a costa del agricultor y del consumidor.
UNIÓ-COAG