Nota de La Unió-Coag
LA UNIÓ-COAG tilda de burla a los agricultores valencianos las resoluciones recibidas por las ayudas a los cítricos afectados por las incidencias climáticas de diciembre de 2001 y enero de 2002, cofinanciadas al cincuenta por ciento entre el Ministerio y la Conselleria de Agricultura. Las resoluciones están siendo remitidas estos días por el Ministerio de Agricultura con la información facilitada por Agroseguro y la Conselleria de Agricultura.
Estas resoluciones contienen errores de cálculo que LA UNIÓ califica como graves al ser emitidas por un organismo público, circunstancia que está provocando que más del 50% de los expedientes sean rechazados para el cobro de las ayudas. Asimismo, los afortunados que van a cobrar las ayudas recibirán únicamente 0,12 euros/kilo, cifra muy por debajo del precio de mercado y del precio del seguro.
LA UNIÓ insta a que tanto el Ministerio de Agricultura, a través de ENESA, como la Conselleria de Agricultura, actúen de oficio y revisen todos y cada uno de los expedientes y resoluciones para corregir y subsanar los errores con el fin de evitar una oleada de reclamaciones por parte de los afectados.
Los errores detectados son múltiples, desde la reducción de kilogramos indemnizables al multiplicar por dos las indemnizaciones que el agricultor recibió por otros siniestros cubiertos por el seguro agrario, hasta indemnizar una única parcela de las muchas que contiene ese mismo expediente y que son aptas para su indemnización ya que no se recolectó ni un solo kilogramo.
Para Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ “al retraso de casi dos años en el pago de las ayudas se unen estos fallos de cálculo que, junto con la valoración que ha realizado Conselleria de los daños en toda la zona citrícola sin visitar parcela a parcela y que estima en unas pérdidas del 45%, provoca el malestar entre los agricultores ante esta situación por la denegación injusta de unas ayudas en las que confiaban. El desatino en la resolución de las ayudas lleva incluso a pensar a algunos agricultores que se trata de un problema del seguro agrario, cosa que no es cierta, porque es un asunto imputable sólo a la gestión de las ayudas y en ningún caso al seguro”.
En este sentido, Joan Brusca afirma que “cuando ocurre un siniestro no cubierto por el seguro agrario, las Administraciones se llenan la boca de que son sensibles ante la situación y que van a resarcir a los agricultores afectados, para después a la hora de la verdad quedarse en nada”. Joan Brusca se pregunta “a dónde va a ir a parar el millón de euros destinado a paliar las menguadas rentas de los citricultores por esa adversidad de hace dos años, porque con esta situación de masiva denegación de ayudas seguro que a los agricultores no les llega”.
COAG