Nota de UPA
Las informaciones recogidas en campo nos llevan a pensar que dichas extractoras podían haber alcanzado un acuerdo de precios para tener controlado el mercado. Dicho acuerdo afectaría además de a los agricultores, a los primeros compradores (cooperativas) y secaderos con el fin de fijar unos precios irrisorios a final de campaña.
Estos precios podrían oscilar sobre los 19 céntimos/kg. (32 ptas./kg.), calidad tipo según tabla AFOEX, por lo que el precio real percibido por el agricultor podría situarse en 17 céntimos/kg. (28 ptas./kg.). Estos precios suponen una reducción del 30% respecto a los de la campaña pasada.
UPA achaca este hundimiento de precios a las importaciones procedentes de Argentina o Ucrania, sin apenas aranceles, y a las mismas multinacionales que a la vez son extractoras de aceite de girasol.
UPA exige al Ministerio de Agricultura que se controle de forma exhaustiva las importaciones de pipa de girasol que está llegando desde Ucrania al puerto de Valencia. Estas compras masivas no solo están desestabilizando el mercado nacional sino que en algunos casos existen serías dudas que se cumplan los exhaustivos controles sanitarios que este producto requiere.
Nuestra organización recomienda al MAPA que analice todo el aceite de girasol crudo o refinado que esta llegando en cantidades ingentes a nuestro país, y que se estudie a través del laboratorio agroalimentario el contenido de alfabenzopireno para comprobar que este compuesto químico se encuentra en las dosis recomendadas y que por tanto su consumo no tendrían efectos perjudiciales para la salud.
Lo cierto es que las masivas importaciones de pipa de girasol de Ucrania en las últimas campañas están provocando serias dificultades a los productores conquenses y españoles en general, ya que se están utilizando para presionar a los productores con unos precios que no son rentables.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos recomienda que ante la crisis de precios que existe en la presente campaña, una de las pocas actuaciones de los productores esta en defender nuestro cultivo a través de las cooperativas, que a la vez deben realizar un importante papel a la hora de regular en lo posible la oferta y la demanda de la pipa de girasol. Por este motivo consideramos desde UPA que las cooperativas no deben entrar en el juego de vender sin un precio fijado previamente.
Sin embargo si la situación no cambia y siguen «presionando» y «asfixiando» al cultivador como hasta la fecha lo están haciendo las grandes multinacionales. UPA no descarta emprender una campaña de boicot contra las marcas comerciales de aceite que venden en nuestro país y cuyo origen procede de la pipa de girasol importada desde Ucrania entre otros países.
UPA no solo representa los intereses del productor, sino que en este caso estamos solicitando medidas muy concretas de control para que el consumidor español tenga todas las garantías de un producto, que como el girasol, sufre procesos químicos tan refinados.
Upa