UPA-A defiende en el Parlamento mayores competencias para Andalucía

El Vicesecretario General de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA-Andalucía, Francisco Moreno Navajas, ha comparecido en la Comisión de Desarrollo Estatutario del Parlamento Andaluz para explicar la opinión de la Organización Agraria sobre la posible reforma del Estatuto de Autonomía. Según ha explicado Moreno, “desde UPA-A, estamos convencidos de que ha llegado el momento de actualizar el Estatuto de Autonomía andaluz, para adaptarlo a los nuevos tiempos y demandas sociales. Un texto que ha sido hasta ahora un pilar básico y trascendental para el desarrollo social y económico de nuestra tierra y que nos ha dado estabilidad y progreso en sus veintitrés años de vigencia”. A juicio de UPA-A, no nos debe dar miedo emprender un diálogo y debate constructivos sobre la conveniencia de introducir cambios en nuestro Estatuto poniendo como límites la propia Constitución española. No obstante, lo que sí se revela imprescindible, es que las posibles modificaciones que surjan de este proceso de debate, enriquecido con la opinión y la contribución de agentes económicos y sociales, se realicen con el máximo consenso posible y bajo las más elementales normas democráticas. “Aquí no cabe la confrontación estéril ni los enfrentamientos banales. En este asunto, todos debemos hacer un ejercicio de enorme responsabilidad y, por supuesto, seriedad”, matiza Moreno Navajas.



UPA-A apuesta por un nuevo Estatuto que, si bien herede las grandes líneas maestras y ejes estratégicos que han hecho de este documento un elemento de equilibrio, solidaridad y pluralidad, incorpore nuevos instrumentos competenciales para Andalucía, tendentes a la eficiencia productiva y medioambiental y a la mejora de las condiciones de vida en el medio rural, evitando desigualdades y desequilibrios territoriales. Según ha defendido UPA-Andalucía en el Parlamento Andaluz, el Estatuto tiene que ser beligerante en su reivindicación de alcanzar el máximo techo competencial posible; mayor autogobierno acompañado de la necesaria suficiencia financiera, lo que dotaría de estabilidad al nuevo sistema. En este sentido, destaca la autogestión de recursos como el agua, de especial relevancia para el progreso social andaluz. “Las transferencias a ámbito andaluz de algunas Confederaciones Hidrográficas y de los Parques Nacionales demuestra que esta tendencia no sólo es posible, sino necesaria desde el punto de vista de la eficiencia y la cercanía en la gestión de lo público”, apunta Moreno.



El Estatuto debe recoger además, en opinión de UPA-A, que Andalucía tiene derecho a tener presencia institucional en foros internacionales en los que se diseñan políticas que afectan a su territorio, especialmente en Bruselas, puesto que es aquí donde se está definiendo, por ejemplo, una Política Agraria Común (PAC), con frecuencia diseñada a espaldas de nuestros intereses —como se ha puesto de manifiesto en las últimas reformas comunitarias (algodón, tabaco) y en la propuesta de reforma de la OCM del Azúcar)—, lo que ha puesto en jaque a la población rural.



Inmigración



También debe introducir, a juicio de UPA-A, derechos que amparen la nueva realidad social y económica de nuestra Comunidad, con especial incidencia en un fenómeno tan complejo como es la inmigración. En este sentido, el Estatuto debe ser un marco de apoyo decidido al desarrollo de fórmulas adecuadas para ordenar el mercado de trabajo en el campo como la Contratación de Origen.



Diferencias interterritoriales y nuevas tecnologías



La solidaridad y el equilibrio territorial deben ser valores inamovibles en el Estatuto, que debe priorizar el bienestar social, paliando en mayor medida que hasta ahora las diferencias interterritoriales, especialmente entre el ámbito urbano y rural, donde las rentas siguen siendo hoy inferiores en la mayoría de los casos, y trabajar por la igualdad de oportunidades y el acceso a idénticos servicios. Para UPA-A, especialmente importante es que el medio rural andaluz en general y agricultores y ganaderos en particular no queden al margen de la Globalización, de la Sociedad de la Información y de la nueva revolución tecnológica a la que asistimos. “El medio rural —apostilla el Vicesecretario General de UPA-A— tiene que ser un eje estratégico del Estatuto de Autonomía, de igual modo, y un pilar fundamental en el marco de la Segunda Modernización de Andalucía, impulsada por el Ejecutivo andaluz. Las políticas de Investigación + Desarrollo +Innovación deben primar, en suma, al sector primario y agroalimentario”.



El Estatuto debe consagrar igualmente el papel que juegan las Organizaciones Profesionales Agrarias y otros agentes sociales en la elaboración de políticas adecuadas encaminadas a mejorar la situación de un colectivo tan frágil y tan injustamente tratado por políticas antisociales y autoritarias del pasado, como son los agricultores y ganaderos. Las OPAs tienen que tener un mayor peso en el debate público, opina UPA-A.



Economía Social



El Estatuto andaluz debe tratar en su justa medida al mundo de la Economía Social y el cooperativismo, sin olvidar a los autónomos, que sustentan buena parte del tejido económico del sector primario andaluz, según ha recordado Moreno Navajas. El dinamismo, pujanza y posibilidades de crecimiento de estas fórmulas empresariales es tal, que deben ser merecedoras de una especial atención. No olvidemos que la situación de la economía social en Andalucía es, más que positiva, sobresaliente, puesto que produce el 13% del PIB regional; crea el 12% de todas las nuevas empresas gestadas el año pasado; y supone el 22% de todas las compañías españolas de economía social.



Políticas de género



El Estatuto debe contemplar un especial tratamiento a la violencia de género. Según ha apuntado Moreno, la mujer ha estado tradicionalmente discriminada en el medio rural, por lo que el Estatuto de Autonomía debe recoger un renovado apoyo en su articulado, puesto que, según ha recordado, “se ha negado su papel como cotitulares de explotaciones; su acceso al Régimen Especial de la Seguridad Social (REASS) o al Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos”. También ha pedido Moreno políticas activas de apoyo al relevo generacional en el campo, puesto que el envejecimiento de la población es uno de los grandes problemas del agro.



Para concluir, el Vicesecretario General de UPA-A, ha explicado en la Comisión de Desarrollo Estatutario de la Cámara Andaluza, que, tras este camino que ahora iniciamos, y que no estará desprovisto de obstáculos y dificultades, “debemos trabajar todos por lograr un pacto andaluz que permita desarrollar el Estatuto de Autonomía y adaptarlo a los nuevos tiempos. Con el consenso de todos, este marco de convivencia y estabilidad podrá ser visto y entendido, como hasta ahora, como un marco de desarrollo y progreso de nuestra sociedad, de sus agricultores y ganaderos… y de nuestros pueblos”.

UPA-A

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