UPA-A denuncia que ‘Junta y MAPA desoyen las demandas de los ganaderos afectados por la lengua azul’

UPA-Andalucía denuncia “el olvido” y “dejadez” de las Administraciones, que están desatendiendo las peticiones de los ganaderos que sufren los efectos de la inmovilización decretada por la fiebre catarral ovina o “lengua azul”. Aunque este mal no tiene ninguna incidencia sobre la seguridad alimentaria y, por tanto, sobre el consumidor, los profesionales no pueden enviar sus animales a cebaderos, al tiempo que las cotizaciones han caído en picado —en origen, que no en destino—. Ante esta situación que provoca duras repercusiones económicas entre los productores, UPA-A exige a Consejería de Agricultura (CAP) y MAPA, la aprobación urgente de las medidas prometidas desde la constitución de la Comisión de Seguimiento el pasado mes de Octubre:



§ Aumento de la indemnización por la enfermedad, tanto para el sacrificio obligatorio como para los animales que padecen la enfermedad. La baremación actual es del año 2000, y ya cuando se publicó fue considerada insuficiente por el sector. Desde UPA-Andalucía le trasladamos a la CAP la necesidad de indemnizar a los ganaderos afectados por la enfermedad de lengua azul de forma conveniente, con una indemnización similar a las repartidas durante la enfermedad de las vacas locas, actualizadas con el IPC desde su aprobación.



§ Durante la crisis de las vacas locas, el MAPA estableció una ayuda extraordinaria, con la aprobación de Bruselas, que la CAP se comprometió a estudiar y solicitar su aprobación. Con el fin de paliar los efectos negativos que ha tenido la enfermedad en los ganaderos andaluces, solicitamos una ayuda directa en el año 2004. Esta ayuda debe tener en cuenta las perdidas diarias por la inmovilización de los animales, impidiendo la comercialización de animales jóvenes con destino a matadero o centros de tipificación. También se debe tener en cuenta, los gastos por los requisitos para el movimiento del ganado, la inmovilización, desinsectación, análisis serológicos, etc.



§ Flexibilización de movimiento de ganado, estableciendo los mecanismos necesarios para facilitar dichos movimientos. Aunque los traslados de animales están regulados mediante directivas comunitarias, la CAP puede y debe actuar para no estrangular las operaciones comerciales de los ganaderos andaluces y así avocarlos a la ruina.



§ Vacunación rápida y efectiva. Para el control y prevención de la enfermedad se procedió a la vacunación de las explotaciones situadas alrededor de los focos. Esta campaña realizada por las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADSG) de nuestra comunidad no se ha desarrollado con la rapidez y el rigor necesario debido a la incertidumbre y falta de estructuras de las ADSG y la falta de previsión de la Administración competente.



§ Las prometidas campañas de difusión general no se han realizado, lo que crea mayor inestabilidad e intranquilidad al sector.



En este tiempo, la CAP no ha establecido ningún mecanismo para paliar la situación tan penosa que están sufriendo los ganaderos andaluces. Desde UPA-Andalucía vemos con preocupación lo que está sucediendo con esta enfermedad y más aún cuando existen en Marruecos, otras enfermedades, como la Fiebre Aftosa, que puede provocar el derrumbe de la producción ganadera andaluza, en el caso de que se transmita a Andalucía. Por poner un ejemplo, una explotación de vacuno que tenga que mantener 20 terneros, debe hacer frente a unos costes añadidos por la inmovilización de unas 180 € diarios (30.000 ptas.).

UPA – A

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