Según Rodríguez, UPA ha mantenido, a lo largo del tiempo en el que se ha elaborado el anteproyecto, una estrategia «basada en la defensa real de los intereses de los regantes andaluces», ya que «desde el principio fuimos parte fundamental en el Acuerdo Andaluz del Agua y también lo somos en la futura Ley, puesto que hemos conseguido incluir la práctica totalidad de nuestras propuestas».
Subrayó que la apuesta de UPA se basa en una ley «que equilibre la realidad del agua, que acabe con los privilegios de unos pocos y que, con instrumentos, resuelva los problemas que tenemos» a partir de los principios de ahorro y sostenibilidad. En este sentido, Rodríguez hizo hincapié en que, en la actualidad, «el 80% de los regadíos andaluces se encuentra con tecnología que permite un ahorro de agua muy importante».
Sin embargo, el secretario general de UPA-A aseguró entender que todavía hay mucho camino por recorrer para seguir mejorando. Por ese motivo, apostó por el Banco Público del Agua, que será un instrumento que dé derechos a quienes no tengan una concesión de agua, así como a otros grupos que están generando empleo y riqueza en el medio rural. Igualmente, abogó por avanzar en el ahorro en la futura ley y por adaptar las concesiones existentes a la realidad para romper las desigualdades que existen en estos momentos.
Otro de los instrumentos fundamentales para la futura Ley del Agua, a juicio de UPA-Andalucía, es la unidad de gestión de cuenca, «muy importante para evitar que haya regantes de primera y de segunda categoría, y que todos los regantes se encuentren en términos de igualdad de recursos».
Europa Press